En la mañana de este sábado tuvo lugar el traslado de la imagen de la Pura y Limpia Concepción desde su capilla del Postigo del Aceite hasta el Monasterio de la Encarnación, en la plaza de la Virgen de los Reyes, donde este lunes comenzará la novena en su honor.
Llevada por sus hermanos sobre unas pequeñas andas comandadas por Miguel Ángel Pérez Pascual, la Pura y Limpia salió de su capilla con adelanto respecto a lo anunciado, que era las once y cuarto de la mañana. Algunos minutos antes ya estaba la imagen en la calle, dirigiéndose a Almirantazgo tras la cruz alzada y los acólitos con cuatro ciriales.
Dos paradas hubo en Almirantazgo, la segunda de ellas a punto de alcanzar el cruce con la avenida de la Constitución. En esta parada, los hermanos que portaban a la Pura y Limpia fueron sustituidos por hermanas. Serían ya hasta el final las mujeres de la hermandad las encargadas de llevar a la imagen al Monasterio de la Encarnación.
Las andas contaban con dos candelabros de guardabrisas en las esquinas delanteras y estaban adornadas con claveles y margaritas blancas. En cuanto a la Pura y Limpia, llevaba un aro de estrellas alrededor de la cabeza y la Medalla de la Ciudad al cuello.
Las andas se levantaron y cruzaron la avenida hacia Fray Ceferino González, donde la Pura y Limpia discurrió entre los puestos de la Feria del Belén. Luego, continuó hasta la plaza del Triunfo, donde el sol iluminó con fuerza a esta imagen mariana de cuya Coronación Canónica se cumplirá un cuarto de siglo en 2025.
Entre cofrades y turistas, uno de los cuales preguntó qué tipo de procesión era la que estaba viendo, avanzó sin prisa la Pura y Limpia del Postigo hacia la plaza de la Virgen de los Reyes. Pero antes de dirigirse al Monasterio de la Encarnación, pasó brevemente de largo hasta el monumento de San Juan Pablo II.
El propio capataz se encargó de recordar que el Papa polaco se arrodilló ante la Pura y Limpia durante la que fue su segunda visita a Sevilla, en junio de 1993. Por este motivo, la vinculación entre ambos, Papa y Pura y Limpia del Postigo, las andas se volvieron ante el monumento y se rezó un Padre Nuestro.
A continuación, la Pura y Limpia retrocedió hasta la puerta del Monasterio de la Encarnación, dándose la vuelta para entrar mirando hacia la plaza. Pero antes de entrar, al ser las doce del mediodía, se rezó el Ángelus y, minutos después, la imagen entró definitivamente en el cenobio mientras sonaban sus campanas como acto de bienvenida un año más.
Mañana, lunes, comenzará la novena, que se desarrollará cada tarde hasta el día 5 a partir de las ocho. Después, el día 6 a las doce y media del mediodía, será la función solemne en la ya reabierta Parroquia del Sagrario de la Catedral, saliendo esa tarde en procesión por la Puerta de los Palos a partir de las cinco y media.
Ya el día 8, festividad de la Inmaculada Concepción, tendrá lugar a las doce de la noche la salutación a la Virgen y el rezo de la Salve, y el resto del día, entre las diez de la mañana y las ocho de la tarde, será el solemne besamanos, con el que se cerrarán los cultos en honor a la Pura y Limpia del Postigo.
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