María Santísima de los Dolores y Misericordia, de la Hermandad de Jesús Despojado, estuvo expuesta este fin de semana en besamanos en la Capilla del Mayor Dolor, situándose para ello en el centro de una alfombra con el escudo de la corporación colocada en mitad del pequeño templo y sobre una pequeña peana de plata.
En esta ocasión, la dolorosa estaba cobijada bajo su palio, del que se podían ver las caídas, el techo y los varales, así como las jarras y los faroles de entre varales. Las jarras contaban con diversas flores de color blanco y rosa, principalmente lisianthus, rosas y nardos, colocadas en forma cónica. Y también había algunos centros de diferentes tamaños en otros puntos del montaje.
La Virgen de los Dolores y Misericordia vestía manto de terciopelo burdeos y saya blanca de tisú, ambas prendas bordadas en oro realizadas por José Antonio Grande de León. Sobre la cabeza tenía la diadema de salida, mientras que en el pecherín, sobre el tocado de tul que llevaba, veíamos el puñal de plata sobredorada regalado en 2015 por las hermandades del Domingo de Ramos a la dolorosa, obra de Juan Borrero, el relicario de Santa Genoveva Torres, un alfiler con la palabra "Dolores", y el gran broche que aúna las dos advocaciones de la imagen: el corazón con los siete puñales, que alude a los Dolores, y el emblema mercedario, dado que Merced y Misericordia es lo mismo. Por otro lado, la Virgen ofrecía a los devotos la mano derecha para que depositaran su beso, mientras que con la izquierda sujetaba un rosario.
Detrás, entre dos hachones de sus andas de vía crucis, estaba Nuestro Padre Jesús Despojado ante el altar mayor, que presidía la que es la titular de la capilla, la Virgen del Mayor Dolor. Junto a ella estaban las imágenes de Santa María Magdalena y San Juan Evangelista. Finalmente, en el lado izquierdo del palio se ubicó el estandarte corporativo, y en las rejas laterales del presbiterio se colocaron dos paños de bocina, bordados en oro y sedas sobre terciopelo negro.
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