Tras el traslado de ida a la Catedral (ver), el traslado al Monasterio de la Encarnación, la vuelta a la Catedral y la salida extraordinaria, la Piedad del Baratillo culminó el domingo las continuas idas y venidas motivadas por la Coronación Canónica con otros dos traslados más por las calles, de ida y de vuelta a la capilla de la plaza de toros de la Maestranza.
Salió temprano para el rezo del rosario, se celebró en la mencionada capilla una misa de acción de gracias y posteriormente regresó a eso de las doce y media del mediodía para quedarse, ya sí, en su casa hasta el año que viene. En noviembre será la Caridad la que vaya y venga.
Portada sobre unas andas en las que fue subida la noche antes tras el besamanos extraordinario (ver), el segundo después del celebrado en la Parroquia del Sagrario (ver), la Virgen de la Piedad, acompañada por el Cristo de la Misericordia, se encontraba vestida con su nuevo manto, bordado en oro sobre terciopelo azul, y con la saya color jacinto, confeccionados ambos por Jesús Rosado. Además, lucía la diadema de los Hermanos Delgado que se le impuso en el acto de la Coronación.
Los característicos colores que identifican a la Hermandad del Baratillo estaban presentes en el azul de la cera de los guardabrisones que iluminaban las andas en la delantera, y en el rojo de las flores que las adornaban. Y también hay que mencionar el blanco de la sábana, que destacaba gracias al sol que, en el momento de la entrada en su capilla, iluminaba con fuerza la calle Adriano, despidiéndose así de la Piedad después de los días tan especiales vividos por sus hermanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario