Entre los pasados días 21 y 29 de mayo, la sede del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla en la calle Sierpes acogió la exposición "Soledad Coronada, Reina de la Vera-Cruz". Se trató una muestra sobre la historia, el patrimonio y el poder devocional de los titulares de la Hermandad de la Vera-Cruz de Salteras, y especialmente de María Santísima de la Soledad, que en 1972 vivió el acto de bendición de la imagen, obra de Antonio Joaquín Dubé de Luque, y posterior imposición de la corona por parte del Cardenal José María Bueno Monreal. Veinticinco años después, el Cardenal Carlos Amigo Vallejo aprobó para aquel acto de imposición el rango de Coronación Canónica.
La exposición se desarrollaba en las dos salas habituales, a las que hay que añadir la presencia de tres enseres en el patio del Mercantil. Así, veíamos en primer lugar el logotipo del L aniversario de la bendición de la dolorosa y de la imposición de la corona, diseñado por Alfonso Verde González (2022).
A su lado había una pintura del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, un óleo sobre lienzo de José Castro (2005).
Y también veíamos un óleo sobre lienzo de María Santísima de la Soledad, pintado por Manuel Lobato.
Dado que la exposición se dedicaba a la Virgen de la Soledad, repasamos en primer lugar lo expuesto en la sala que se dedicaba íntegramente a la dolorosa. Así, en el centro de la sala estaba montado prácticamente al completo, a excepción de los faldones, el paso de palio. Cuenta con caídas y techo de terciopelo burdeos bordado en oro a realce por Bordados Salteras (2005). La gloria del techo tiene una talla en madera policromada de la imagen de la Patrona de Salteras, Nuestra Señora de la Oliva, tallada en 2012 por José María Leal.
Por otra parte, a Orfebrería Andaluza corresponde la autoría de los varales (1984), las jarras (1979), la peana (1987), los respiraderos (1979) y el relicario de Santa Ángela de la Cruz (2005). La candelería es de metal plateado repujado de Antonio Santos (2005), mientras que los faroles de cola son de metal plateado repujado obra de Jesús Domínguez (1976), restaurados y ampliados recientemente por Orfebrería Andaluza.
Continuamos con un conjunto formado por un manto de terciopelo burdeos bordado en aplicación por Bordados Salteras (2000) y una saya de terciopelo azul marino bordado también en aplicación por el mismo taller (1992).
Francisco Reyes Villadiego pintó en 1997 el cartel del XXV aniversario de la bendición y coronación de la Soledad.
Bajo el cartel había una vitrina con diferentes joyas del ajuar de la Virgen de la Soledad y un fajín de general de seda bordada en oro, donado por el general de brigada Francisco Ortiz Call en 1997.
A continuación, se mostraba el conjunto de manto y saya de terciopelo negro de Bordados Salteras (2001). El manto está bordado en aplicación y saya está bordada en oro a realce.
Seguimos con una toca de sobremanto de tisú de plata bordado en oro por el taller de Fernández y Enríquez (2007).
A su lado había una saya de raso de color crema bordado en aplicación de tisú por Antonio Rincón Galicia (1982).
Nos deteníamos después en el manto procesional, bordado en aplicación sobre terciopelo burdeos en 1989 por Bordados Salteras.
Otra saya se exponía a continuación, bordada en plata sobre tisú de oro por Bordados Salteras (2010).
Veíamos ahora dos tocas de sobremanto. La primera era de encaje de plata de principios del siglo XX y la segunda era de encaje de oro y fue la que la Virgen de la Soledad llevaba el día de su bendición y su coronación en 1972.
Continuamos con una vitrina en la que se mostraba un encaje, un alfiler con la advocación de la Virgen, una cruz pectoral, un rosario y un pañuelo. Al lado estaba la saya del acto de bendición, de brocado de Asunta, enriquecida por las religiosas del Convento de Santa Isabel de Sevilla (1972). Y en la parte superior, se podía ver una foto de la dolorosa con algunos de estos enseres.
A continuación se mostraba el guión de la Coronación Canónica, de terciopelo burdeos y piezas de orfebrería labradas por el taller de Orfebrería Andaluza (1997).
Enmarcada se conserva la antigua gloria del paso de palio, donde vemos a Nuestra Señora de la Oliva pintada al óleo sobre lienzo por Dubé de Luque en 1973.
A continuación estaba el simpecado, bordado en oro sobre terciopelo verde por Bordados Salteras con una pintura al óleo sobre tela de Dubé de Luque (1994).
Al lado estaba la saya de terciopelo verde bordado en oro a realce por Bordados Salteras (2008).
De este mismo año es la toca de sobremanto de hojilla bordada en oro sobre tul por Jesús Castizo Ramírez, donada a la Virgen por su L aniversario.
Continuamos con un juego de faroles de metal plateado y repujado por los orfebres Gradit, donados también este año.
Entre los faroles y encima de una peana con apliques plateados sobre terciopelo burdeos, se mostraba un conjunto de manto y saya de terciopelo azul bordado en oro a realce por Bordados Salteras. La saya es de 2005 y el manto de 2007.
Al lado estaba la toca de sobremanto de salida, bordada en oro a realce sobre malla por Bordados Salteras (1988).
Y bajo la toca se exponía una saya de tisú de plata bordado en oro a realce de Bordados Salteras (1998).
Seguimos con el guión concepcionista, de terciopelo celeste bordado en oro a realce por Bordados Salteras con asta de Orfebrería Jesús Domínguez (1990).
A continuación se podían ver dos fajines hebraicos, uno de seda bordada en oro por Alfonso Verde Ortiz (2012) y otro realizado con antiguos tejidos y galones por el grupo de costura de la Asociación de Fieles del Santísimo Cristo de los Desamparados del Santo Ángel (2021).
En una vitrina estaban la corona de plata de ley de Miguel Palomino (1864), recientemente restaurada por el taller de Juan Borrero, y un puñal a juego.
También una donación del L aniversario es una lazada de tisú de plata bordada en oro de Alfonso Verde Ortiz (2022).
Seguimos con una saya de terciopelo morado bordado en oro a realce de Julián Torres Domínguez (2014).
A continuación se veía una foto de la Virgen de la Soledad con algunos de los enseres ya mostrados en la exposición.
Seguimos con una saya de brocado ocre bordado en oro, perlas y piedras de Swarovski, obra de Alfonso Verde Ortiz (2021).
Del mismo autor es un cíngulo bordado en oro (2014).
Veíamos después un dibujo a lápiz de la Virgen de la Soledad pintado por Ana Rey en 2011.
Esta primera sala se completaba con una vitrina en la que se mostraban la corona de plata de ley sobredorada de Jesús Domínguez (1994), el puñal chapado en oro, plata de ley y aguamarina de Juan Borrero (2021), un encaje y dos rosarios del siglo XIX, uno de nácar y plata de ley sobredorada, y otro de azabache y plata de ley también sobredorada.
Entramos en la segunda sala, donde en primer lugar encontramos una pintura de Nuestra Señora de la Soledad de José Castro (2013).
A su lado se mostraba una de las dalmáticas de los acólitos del paso de la Virgen, bordadas en aplicación sobre tisú de oro por Bordados Salteras (2000).
En una vitrina había diferentes ornamentos litúrgicos de plata de ley, incluyendo una custodia del siglo XVII.
Sobre la vitrina se veía el cartel que se editó en 2012 con motivo del XL aniversario de la coronación de la Virgen de la Soledad.
Seguimos con una talla del Niño Jesús del siglo XVII de autor anónimo vestido con la túnica de la hermandad.
A su lado estaba la pintura que sirvió de cartel de la inauguración de la Capilla del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz (2007).
Se mostraban a continuación tres escudos corporativos de la hermandad: el del siglo XIX, el de 1930 y el actual, de 1972, que en la exposición veíamos bordado en aplicación sobre terciopelo verde por Antonio Rincón Galicia.
Veíamos después la casulla que el Cardenal Bueno Monreal tenía puesta el día de la bendición y coronación de la Virgen de la Soledad. Es una pieza de principios del siglo XX.
A su lado estaba el senatus, bordado en oro a realce sobre terciopelo negro por Bordados Salteras con orfebrería de Jesús Domínguez (1990).
Veíamos después el retablo de la Santa Cruz, de estilo rococó, realizado en madera tallada y dorada con espejos de plomo (siglo XVIII). Debajo se podía ver un pieza del antiguo altar de los titulares de la hermandad, de madera tallada y dorada (siglo XVII).
A continuación estaba el banderín del grupo joven, de terciopelo verde bordado en oro a realce por Bordados Salteras con asta de Orfebrería Andaluza (2011).
Continuamos con un retablo cerámico del Cristo de la Vera-Cruz, obra de Emilio Palacios (2008), restaurado por José A. Shaina (2015).
Después se mostraba una casulla del siglo XIX.
Seguimos con los carteles anunciadores del décimo y del vigésimo aniversario de la bendición y coronación de la Virgen de la Soledad.
A su lado había una pintura de José Castro (2021) del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y de Santa María Magdalena.
Otra pintura es la que sirvió de cartel de la Semana Santa de Salteras de 2009, obra de Manuel Lobato protagonizada por la Virgen de la Soledad.
Debajo de ambas pinturas había una amplia vitrina con diferentes enseres, como dos esculturas de barro cocido de San Ambrosio y San Leandro, obra de José María Leal (2007).
También se mostraban unas potencias de plata de ley del siglo XX y autor anónimo, y una corona de espinas que es la que el Cristo de la Vera-Cruz portaba en el siglo XIX sobre una melena de pelo natural.
De Orfebrería Andaluza es el nimbo de metal plateado de Santa María Magdalena (1985).
También en la vitrina había un pequeño crucificado de autor anónimo del siglo XVIII.
A su lado había otro nimbo de Santa María Magdalena, éste realizado en plata de ley sobredorada, también de Orfebrería Andaluza (1998).
Seguimos con las potencias de plata de ley sobredorada de los talleres de Villarreal (1985), chapadas en oro recientemente por Juan Borrero.
Por último, se podía ver la antigua corona de espinas de madera del Cristo de la Vera-Cruz, realizada por Sebastián Santos.
La muestra continuaba con los faroles que acompañan a la cruz de guía, realizados en metal plateado y madera por Orfebrería Andaluza (1975).
Veíamos por otro lado la antigua cruz del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, de autor desconocido (siglo XVII), con cantoneras de plata de ley (1988); y junto a ella, las pinturas de la dolorosa y de San Juan Evangelista, pintadas al óleo sobre lienzo por José Castro (2007).
Continuamos con dos fotografías de los titulares de la hermandad, la Virgen de la Soledad y el Cristo de la Vera-Cruz.
Veíamos después otra vitrina, que nos enseñaba en primer lugar el libro de reglas, con apliques de Orfebrería Andaluza (1974).
A su lado estaba la cruz de plata de ley del antiguo estandarte de la hermandad (siglo XIX).
De este mismo año es un curioso retablo cerámico realizado por Antonio Morales López.
También se mostraba una antigua vara de plata de ley del siglo XIX.
Esta vitrina completaba su contenido con el segundo libro de actas que conserva la Hermandad de la Vera-Cruz (1852).
Continuamos con el cartel del CDL aniversario de la hermandad (2001) y con dos fotos de los antiguos pasos, de Haretón.
El cartel de la Semana Santa de Salteras de 2011 estuvo protagonizado por el Cristo de la Vera-Cruz y fue pintado por Manuel Lobato.
Continuamos con la delantera del actual paso del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, tallado por Manuel Caballero Farfán, dorado por los talleres de Abel y Justi, y con cartelas de Joaquín Pérez Jaime. Y sobre el paso había una pintura del crucificado y de la Magdalena, obra de Manuel Lobato (2007).
Junto al paso veíamos dos ciriales de metal plateado y repujado de Orfebrería Andaluza (2000).
Este año el cartel de la Semana Santa de Salteras también ha estado dedicado al Cristo de la Vera-Cruz, y ha sido pintado por Sheila Criado.
Seguimos con un sudario y una corona de espinas, que forman parte de los atributos que porta la mujer hebrea en el cortejo del Cristo.
También podíamos ver parte de la colección de los paños de la Santa Mujer Verónica que posee la Hermandad de la Vera-Cruz.
Y a su lado, estaban los atributos de la figura de la Fe, que forma parte del cortejo de la Virgen.
Bajo todos estos enseres se mostraban en una vitrina recortes de prensa sobre la hermandad, la concesión del título de Real para la corporación, partituras de marchas dedicadas, convocatorias de cultos y fotografías.
Seguimos con otra pintura del Cristo realizada por José Castro en 2017.
A su lado se mostraba una de las dalmáticas de los acólitos del paso de Cristo, de terciopelo negro bordado en aplicación por Bordados Salteras (2000).
Manuel Lobato es el autor de una pintura de la Virgen de la Soledad que sirvió de cartel de la Semana Santa de Salteras en 2013.
Y junto a ella veíamos otra de Sheila Criado de este mismo año, pintada en técnica mixta sobre tabla.
En el centro de la sala se situó una vitrina en la que destacaba la presencia de la corona del acto de coronación, realizada en plata sobredorada por Jesús Domínguez (1972). Recientemente, Manuel Valera la ha chapado en oro, además de restaurarla y enriquecerla.
Junto a ella había una cruz pectoral de oro de ley y esmeraldas.
A su lado se mostraba la primera medalla de oro de ley de la hermandad (1974).
También veíamos las potencias de oro de ley y brillantes, obra de Joyería Joaquín Cerpa (2005).
Se mostraba igualmente un rosario de oro de ley y lapislázuli.
Y al lado estaba un collar de perlas australianas, oro de ley, brillantes y rubíes.
Por otra parte, se encontraban juntos un broche de la Hermandad de Nuestra Señora de la Oliva, regalado en 1997 por el XXV aniversario de la bendición de la Soledad, y la medalla de oro de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de la Oliva, regalada en 2013 por su centenario.
Además, en esta misma vitrina se mostraban otras joyas pertenecientes a la Hermandad de la Vera-Cruz de las que no se especificaba detalle alguno.
Y llegamos al final de la exposición con otra vitrina en la que se podían ver varias fotografías de la Virgen de la Soledad, procedentes de reportajes realizados por Fernand (1972) y por Garduño (1995).
De nuevo el Mercantil nos ha permitido conocer de cerca una hermandad de la provincia de Sevilla. Cada vez son más las que aprovechan este escaparate en plena calle Sierpes para que en la capital se sepa que los pueblos albergan también un patrimonio cofradiero digno de ser divulgado, conocido y admirado por todos los cofrades.
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