Además, frente a él, prácticamente mirándose cara a cara, se encontraba la Magdalena que forma parte del paso de misterio, lo que daba lugar a un montaje curioso, aunque en la práctica dificultaba el movimiento de los devotos, ya que a la estrechez de la capilla había que añadir que la presencia de la Magdalena invalidaba el paso por uno de sus lados, dejando libre únicamente el otro.
Asimismo, sorprendió la ausencia de la imagen de San Juan Evangelista, recientemente restaurada y que no se encontraba, como es habitual, junto a la dolorosa de los Remedios.
Algunos candeleros con cera blanca y varias jarras con especies florales diversas formaban el exorno de este besapié que llamó la atención de entre los muchos celebrados el pasado fin de semana.
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