María Santísima de las Angustias Coronada, de la Hermandad de los Gitanos, presidió el pasado domingo una función solemne y un besamanos llenos de detalles en el montaje ideado por la priostía. Sobre una tarima que servía de prolongación del altar, la Virgen fue situada ante Nuestro Padre Jesús de la Salud vestida con el manto de salida burdeos y saya negra, ambos de Fernández y Enríquez, además de la corona de salida, puñal, un fajín realizado por una hermana y, prendido del mismo, en el nudo, una rosa de pasión confeccionada con hilo de oro procedente de un cíngulo que perteneció al primitivo Señor de la Salud desaparecido en el incendio intencionado de la Parroquia de San Román en 1936. Con este detalle, la hermandad quiso conmemorar el 75 aniversario de la talla de la actual imagen del Señor.
Un gran cortinaje rojo cubría el camarín de la Virgen, ante el que se situó un dosel de cultos. Otros elementos utilizados para el montaje fueron los cuatro ángeles pasionistas de Buiza que forman parte del paso del Señor de la Salud, varias jarras con flores blancas, principalmente rosas, los faroles de cruz de guía y algunos candeleros. Además, la dolorosa estaba elevada sobre la peana dorada del antiguo retablo que la hermandad tenía en San Román y que hoy se encuentra en la Capilla Sacramental del Santuario.
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