Un grupo de hermanos de la Hermandad de la Piedad decidió reactivar los cultos en honor de este crucificado llegando a sacarlo en procesión el Lunes Santo de 1926; y así lo siguieron haciendo en años sucesivos hasta que a mediados de los años cuarenta se dio forma a la nueva hermandad penitencial que aún hoy sigue realizando su estación de penitencia desde la Catedral en el segundo día de la Semana Santa.
Lo que nos lleva a incluir a esta hermandad en nuestra serie sobre la Semana Santa de Jerez es el descubrimiento realizado por el historiador y gran investigador de las cofradías jerezanas Antonio de la Rosa Mateos, autor de un artículo titulado "El besamanos del Cristo de la Viga", publicado hace ahora dos años en la web cofrademania.com.
En dicho artículo, De la Rosa hace alusión a una noticia del periódico El Guadalete aparecida en portada el 16 de marzo de 1928, en la que se anuncia la celebración de un besamanos a la imagen del Santísimo Cristo de la Viga.
Imagen de un reciente besapié al Cristo de la Viga (Foto: imagenesjerezanas.blogspot.com)
Lo curioso de este asunto, además del hecho de celebrar un besamanos a un crucificado en lugar de un besapié, que suele ser más habitual, lo encontramos en el texto que acompaña al titular y que habla textualmente del "tradicional besamanos, o adoración pública, a dicha venerada imagen". El uso de la palabra 'tradicional' es lo que llama la atención al investigador, ya que da idea de un culto habitual que coincide, como se explica en la información de El Guadalete, con la finalización del quinario.
Este hecho, la celebración de besamanos o besapiés con carácter regular unidos a los cultos ordinarios, era algo que prácticamente no existía en ninguna hermandad hasta que el 18 de diciembre de 1925 la Hermandad de la Macarena expuso por primera vez en besamanos, y desde entonces cada año, a la Virgen de la Esperanza en la Parroquia de San Gil.
Esto da pie a Antonio de la Rosa a plantearse si puede ser que la costumbre de celebrar un besamanos al Cristo de la Viga pudiera iniciarse por influencia de la Macarena. La teoría se apoya en el hecho de que Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, prioste de la Hermandad de la Piedad, que por aquellos años comenzó a organizar la procesión del Cristo de la Viga el Lunes Santo y el propio quinario en Cuaresma, frecuentaba la ciudad de Sevilla y tenía una enorme relación con la Hermandad de la Macarena.
Es difícil demostrar, en cualquier caso, que fuera realmente así o incluso si la influencia pudo ser a la inversa. Hay que tener en cuenta que El Guadalete califica el besamanos de la Viga de "tradicional". Si este culto se empezó a celebrar por influencia macarena, el primero tendría lugar como muy pronto en 1926, unos meses después del primer besamanos a la Virgen de la Esperanza. La noticia del periódico jerezano anuncia el besamanos de 1928. ¿No son tres años demasiado pocos para definir el besamanos como "tradicional"? ¿Pudo animar Juan Pedro Domecq a los cofrades de la Macarena a celebrar un besamanos anual similar al que quizá ya se celebraba en Jerez con el Cristo de la Viga?
Los dos pasos de la Hermandad de la Viga en la actualidad. Bajo palio, Nuestra Señora del Socorro, antigua talla de Virgen de gloria del siglo XVI transformada en dolorosa que tiene el título de Copatrona de Jerez (Fotos: elcucodejerez.blogspot.com)
Comentar también que el paso del Cristo de la Viga está inspirado en el de la Buena Muerte de la hermandad de los Estudiantes de Sevilla.
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