La Hermandad de la Sed celebró el pasado fin de semana el besamanos en honor a Santa María de Consolación, Madre de la Iglesia. Para ello, la dolorosa recientemente restaurada por su autor, Antonio J. Dubé de Luque, se encontraba en el presbiterio de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, ataviada con saya blanca, la corona de salida y el manto azul estrenado bajo las nuevas caídas del palio el Miércoles Santo del pasado año.
Dos candelabros plateados con guardabrisas flanqueaban a la imagen, además de diversas jarras con flores de variadas especies repartidas por el montaje preparado para este besamanos.
Detrás de la Virgen de Consolación, a ambos lados de la cola del manto, fueron ubicados dos de los arcángeles que forman parte del paso del Santísimo Cristo de la Sed portando sendas filacterias con las inscripciones "Mater" y "Ecclesiae".
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