La Hermandad de la Lanzada vivió el pasado sábado una jornada muy especial en la salida procesional de su titular gloriosa, Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera, ya que el cortejo se dirigió a la Basílica de la Macarena para que sus integrantes pudieran obtener la indulgencia plenaria, con motivo del Año Jubilar concedido a la hermandad de la Madrugá por celebrarse en 2014 el medio siglo de la coronación canónica de la Esperanza Macarena.
De esta forma, a las siete de la tarde se ponía en la calle el cortejo, precedido por la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Evangelista, a la que después relevaría la Banda de las Tres Caídas. A continuación, la cruz alzada y ciriales daban paso a un tramo de parejas de hermanos con cirios. Un segundo tramo lo encabezaba el guión de la Divina Enfermera y posteriormente iba el Libro de Reglas.
Las hermandades de San Roque y la Trinidad, que comparten en sus dolorosas la advocación de la Esperanza con la Divina Enfermera, participaron con sus estandartes corporativos en el cortejo, tras los que se situaba el estandarte de la Hermandad de la Lanzada y el cuerpo de acólitos.
Además del itinerario y la visita la Basílica, otra imagen inédita que nos dejó esta salida procesional de la Divina Enfermera fue que lucía un manto de camarín de la Macarena. Se trataba del manto de los Cisneros, realizado en 1967 por José Guillermo Carrasquilla utilizando para ello elementos del antiguo palio rojo de Rodríguez Ojeda.
El acompañamiento musical lo puso sólo por este año la Banda del Carmen de Salteras, ya que la banda habitual, la de Las Cigarreras, estaba en la procesión extraordinaria de la Virgen de la Victoria.
El paso, exornado con rosas blancas y nardos, visitó en su camino de ida a la Basílica de la Macarena la Parroquia de Omnium Sanctorum y la casa hermandad del Rocío de la Macarena, en la calle Parras, donde hubo una gran petalada. Posteriormente, continuó por Escoberos y Muro, en cuya revirá sonó "Hosanna in excelsis".
Había expectación por ver cómo llegaba la Divina Enfermera a la Basílica de la Macarena. Mucha gente esperaba frente al templo mientras el paso, guiado por Ismael Vargas, que lleva veinte años vinculado a la Hermandad de la Lanzada, salía de Muro a la calle Bécquer con la marcha "Esperanza Macarena".
Por fin, la Divina Enfermera alcanzó la Basílica, y lo hizo con otra de esas marchas que son habituales junto al Arco, "Pasa la Virgen Macarena". Mientras el paso se volvía para atravesar la cancela y llegar al atrio, las campanas empezaron a repicar. Era la manera en que la Hermandad de la Macarena daba la bienvenida a otra Esperanza, ésta de gloria, que habita en San Martín.
Se cumplió así el encuentro de dos Esperanzas, frente a frente, en el interior de la Basílica, siendo testigo de excepción también la Virgen del Rosario, que se encontraba de besamanos en el presbiterio. De esta forma, se puede decir que la Divina Enfermera ganó el Jubileo macareno ante numerosos cofrades y devotos que no quisieron perderse tal acontecimiento.
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