Se trata de un manto de terciopelo azul bordado en oro por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1916, que hacía juego con el palio que actualmente posee la Hermandad de la Palma, de Cádiz. También es del mismo autor la saya burdeos que igualmente lucía en el besamanos la dolorosa del Jueves Santo, saya que ha sido recientemente restaurada por Antonio Villar. Además, la Virgen llevaba una antigua corona.
La imagen estaba situada sobre una peana plateada de baja altura y entre los antiguos candelabros de cola del paso de palio, además de dos jarras con anthurium y dendrobios blancos.
Al fondo, el estandarte corporativo de los Negritos y en el camarín de la Virgen de los Ángeles, un trono de Reina, y ante él, candeleros con cera blanca y otras dos jarras.
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