Y aunque se han realizado diversas actuaciones de mejora y consolidación de la estructura de la talla y se ha sustituido el candelero, lo más llamativo, como suele ocurrir, está en el aspecto de limpieza que presenta ahora esta dolorosa del Domingo de Ramos.
Así, desde el punto de vista técnico, como explica la propia web de la Hermandad de la Hiniesta, se ha fijado la película pictórica al soporte; se ha realizado un test de solubilidad para determinar el disolvente o la mezcla adecuada de ellos para la remoción y eliminación de la suciedad superficial y los repintes; se ha limpiado el vidrio de las lágrimas y los ojos, eliminando la suciedad y los reboses de pegamento de las lágrimas; se han reintegrado las lagunas de preparación con la misma composición de la original; se han confeccionado y colocado nuevas pestañas; y se ha realizado la reintegración cromática.
El resultado ha sido muy satisfactorio, ya que la Virgen que tallara Antonio Castillo Lastrucci en 1937 presenta un aspecto inmejorable que permite comprobar la calidad de matices que el imaginero sevillano le imprimió.
La dolorosa de la Hiniesta ha sido la primera de las imágenes titulares de la corporación en pasar por el taller de Pedro Manzano para una completa restauración. Después de la próxima Semana Santa comenzará la restauración del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que volverá al culto previsiblemente en diciembre, mientras que la Hiniesta Gloriosa será restaurada entre septiembre de 2015 y febrero de 2016.
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