La imagen gloriosa, que vestía saya blanca, manto rosa y corona de plata, y que llevaba al Niño en brazos con túnica blanca, estaba a los pies del retablo principal del templo, donde recibe culto el conjunto escultórico del misterio de la Sagrada Mortaja.
Estaba ubicada sobre una larga peana de terciopelo rojo con apliques dorados de talla, entre candeleros de cera blanca, dos pequeños faroles plateados y jarras, tanto de orfebrería como jarrones de cerámica, con flores de tonos blancos y amarillos.
En la mano derecha, la que se daba a besar a los devotos, la Virgen de la Paz sujetaba un cetro plateado, y llevaba una media luna a sus pies.
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