Para este besamanos, que resultó multitudinario durante los tres días, pese a tratarse de jornadas laborables, el Señor lució la túnica burdeos bordada en oro por el Taller de Santa Bárbara en 2008, con motivo del cuarto centenario fundacional de la Hermandad de las Tres Caídas, fusionada posteriormente con la de la Esperanza. Ésta es la túnica, creada a partir de la reconstrucción de una anterior de Rodríguez Ojeda, con la que le vimos en su paso durante la estación de penitencia del pasado año 2014.
El Cristo de las Tres Caídas estaba en el presbiterio, sobre una fina peana de plata y flanqueado por cuatro candeleros plateados con cera roja y dos de las jarras del paso de palio de la Virgen de la Esperanza con flores variadas de tonos morados.
Otras cuatro jarras grandes y seis pequeñas se repartían también por otras partes de montaje, fundamentalmente ante el retablo principal del templo de la calle Pureza, donde igualmente había un buen número de candeleros, que iluminaban el camarín de la Virgen de la Esperanza, ataviada ya de hebrea.
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