La Hermandad del Carmen Doloroso está inmersa en la celebración de su XXV aniversario fundacional. Uno de los actos previstos por este motivo era un besamanos extraordinario a la dolorosa hoy, miércoles 15, y mañana, día de su festividad.
La pandemia del coronavirus no permite aún que se celebren besamanos como tales, por lo que este culto extraordinario ha sido sustituido por la exposición de la imagen a la veneración de los fieles en el presbiterio de la Parroquia de Omnium Sanctorum, con un altar montado sobre una tarima que garantiza que los devotos no puedan llegar físicamente hasta la Virgen.
Sobre su peana procesional, Nuestra Señora del Carmen en sus Misterios Dolorosos está vestida con los colores propios de la advocación carmelita. Luce así el conjunto estrenado hace ahora dos años, compuesto por manto blanco de tisú de plata con bordados en oro, obra de Manuel Solano, y saya y escapulario de terciopelo marrón de Jesús Rosado, que mezcló para su confección bordados en oro procedentes de una antigua casulla francesa con otros nuevos.
La Virgen del Carmen, que tiene a sus pies una media luna de plata, lleva la corona de salida, un broche con el emblema carmelita en el pecherín, un alfiler con su advocación más abajo, unos escapularios en la mano izquierda y un ramillete de flores en la derecha. Además, tiene un fajín rojo con borlones dorados y un entorchado donde están prendidas varias medallas de la Marina y un broche con el escudo de la hermandad.
Detrás hay un dosel rojo con crestería de madera tallada y dorada que en su parte superior tiene una cartela plateada. También vemos dos barandillas de madera y dos de los antiguos ángeles del paso del Cristo de las Almas, de la Hermandad de los Javieres. Uno de ellos sujeta una medalla de la cofradía del Carmen Doloroso y el otro unos escapularios de orfebrería.
Además, hay varios candeleros y candelabros con cera blanca, algunos enseres litúrgicos y cuatro de las ocho jarritas delanteras del paso de palio de la Virgen del Carmen, donadas por el resto de hermandades del Miércoles Santo en 2009, con motivo de la incorporación de la dolorosa al cortejo de la cofradía en su estación de penitencia.
Por otra parte, más adelantados hay cuatro blandones dorados y dos pequeñas columnas que sostienen sendas jarras también del palio con diferentes especies florales. Finalmente, el estandarte corporativo se encuentra en el lado derecho del presbiterio.
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