Nuestra Señora del Sol ha estado durante estos días, coincidiendo con la festividad de la Expectación, expuesta a la veneración en el centro de su capilla sacramental anexa a la Parroquia de San Diego de Alcalá. En esta ocasión, la dolorosa de José Manuel Bonilla Cornejo se ha presentado a los devotos vestida de hebrea, con saya roja de terciopelo, manto azul liso y tocado blanco, ambos de raso.
Sobre la cabeza tenía una diadema de plata, mientras que en el pecherín únicamente había una cruz pectoral. Por otro lado, en la mano derecha sujetaba un pañuelo de encaje y en la izquierda un rosario. Además, prendido del fajín hebraico a la altura del vientre, veíamos un sol con el Niño Jesús en el centro, en alusión a la cercanía de su nacimiento. Y sobre la peana se colocó una media luna a los pies de la Virgen del Sol.
A un lado y a otro se situaron un total de cuatro altos blandones dorados con cera blanca y otras tantas jarras del paso de la Virgen de la Salud de la misma hermandad elevadas sobre columnas de madera dorada con fuste salomónico. Las jarras contenían flores de Pascua, así como algunas hojas plateadas y otras especies típicas de la época.
Detrás, en el altar principal de la capilla estaba el Varón de Dolores de la Divina Misericordia, mientras que Santa María Magdalena y San Juan Evangelista se encontraban a izquierda y derecha, respectivamente. Todos tenían a sus pies las mismas flores ya descritas y varios candeleros con cirios blancos junto a ellos, y debajo se dispusieron tres de las piezas de los respiraderos también del paso de la Virgen de la Salud. El Varón de Dolores, además, tenía a su lado los candelabros laterales del mismo paso.
Finalmente, hay que indicar que el estandarte de la Hermandad del Sol estaba ubicado en el lado izquierdo, entre el característico techo del palio y la ubicación provisional de la imagen letífica de la corporación del Plantinar.
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