Desde hoy, viernes, y hasta el domingo la Hermandad de los Panaderos celebra la solemne veneración a Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder, con la que se cierran los cultos en su honor tras el quinario y la función principal de instituto que este año ha tenido lugar en la propia Capilla de San Andrés, en lugar de en la Iglesia de la Misericordia, como ha ocurrido en los últimos años.
El Señor se encuentra sobre su habitual peana de los besapiés, de madera dorada y con una frase del Evangelio de San Juan relativa a la escena del Prendimiento en una cartela frontal. Este año está vestido con su túnica de terciopelo morado bordada en oro y lleva unas potencias doradas. Lo flanquean dos candeleros dorados con cera blanca y, más hacia los extremos, dos jarras del paso de palio de la Virgen de Regla con variadas flores de tonalidades moradas y violetas. Las jarras están sobre sendos pies de base cuadrada y más adelantados hay cuatro blandones dorados.
Detrás, la Virgen de Regla, con la corona de su Coronación Canónica, y la talla de San Juan Evangelista que recibe culto en la capilla, que no es la que va en el paso de misterio, presiden el altar entre candeleros con cirios blancos y ante un cortinaje de terciopelo rojo con una gotera con forma de bambalina. Y en la parte inferior, donde hay todavía un mayor número de candeleros, hay otras dos jarras con las mismas flores antes descritas.
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