lunes, 25 de octubre de 2021

LA VIRGEN DE LAS LÁGRIMAS, CON SU ANTIGUO MANTO DE SALIDA DE 1874


La Hermandad de la Exaltación ha celebrado este fin de semana el acto de veneración a Nuestra Señora de las Lágrimas, que ha sorprendido vistiendo para la ocasión su antiguo manto de salida; una magnífica obra de terciopelo azul bordado en oro por Teresa del Castillo en 1874.
Este manto fue el que cobijó a la Virgen de las Lágrimas en sus estaciones de penitencia hasta el estreno del actual, obra del taller de Hijos de Olmo de 1919. Su actual propietaria es la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la localidad onubense de La Palma del Condado, que lo utiliza como manto de salida de la Virgen del Socorro. La longitud de la pieza es inferior a su diseño original, dado que el palio de dicha dolorosa es de menor tamaño, al tener únicamente ocho varales.
A juego con ese manto, la Virgen de las Lágrimas estrenó también en 1874 una saya morada, bordada igualmente por Teresa del Castillo, prenda que sí que conserva la Hermandad de la Exaltación y que, para recuperar al completo la antigua visión estética de la imagen, también la ha tenido puesta este fin de semana, aunque su diseño fue posteriormente modificado enriqueciendo el dibujo primigenio.
Por otra parte, la dolorosa del Jueves Santo, que estaba sobre su peana procesional en la capilla sacramental de la Iglesia de Santa Catalina, lucía su corona de salida y en el pecherín tenía un puñal, tres broches, una cruz pectoral, una medalla del Cristo de la Exaltación y un alfiler con la palabra "Lágrimas" en oro. Asimismo, a la altura del vientre contaba con un broche con los atributos de Santa Catalina, en la mano derecha tenía un pañuelo y una medalla del Señor del Gran Poder, y en la izquierda un rosario, otra medalla y la rosa de pasión de los donantes de órganos, pieza que va pasando por todas las hermandades sevillanas.
Flanqueando a la dolorosa veíamos dos grandes blandones dorados con cirios blancos. El de la izquierda tenía escrita en rojo la frase "En cada lágrima, una vida", en alusión precisamente a la donación de órganos. Además, sobre sendas columnas de madera dorada y fuste salomónico había dos jarras del paso de palio con una rica variedad floral y cromática. Ante la peana y sobre ella se colocaron también flores, y detrás, sobre el banco del retablo que preside la Inmaculada Concepción, se podían ver otras dos jarras y diez candeleros.
Hay que mencionar por otro lado que en este año 2021 se cumplen trescientos años de la construcción de la capilla sacramental de Santa Catalina, monumental obra del arquitecto Leonardo de Figueroa y propiedad de la Hermandad de la Exaltación tras su fusión con la antigua cofradía sacramental en 1964.































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