Coincidiendo con la festividad de la Expectación de la Virgen María, comenzamos la serie de reportajes dedicados a los besamanos que durante estos días se han estado celebrando de imágenes cuya advocación está relacionada con dicha fiesta previa a la Navidad. Y lo hacemos con María Santísima de la O, que desde el pasado sábado y hasta hoy, miércoles, está expuesta en besamanos en el presbiterio alto de su parroquia, sobre una peana plateada con el emblema de la hermandad en el centro.
Para este culto, la dolorosa de la O está vestida con su manto procesional, de terciopelo morado bordado en oro, y con una saya blanca de tisú también con bordados en oro y a la que se ha unido un fajín de tonalidad crema con decoración eucarística y de la propia corporación del Viernes Santo.
Sobre la cabeza luce la corona de oro con la que fue coronada canónicamente en 2007 en la Plaza del Altozano y en el pecherín lleva la réplica de la Medalla de la Ciudad de Sevilla, un alfiler donde puede leerse "María de la O", un broche y una pequeña medalla. La Virgen extiende la mano derecha para recibir los besos de los devotos y sujeta un rosario con la izquierda.
Flanqueando a la dolorosa hay unas tallas de ángeles mancebos que sujetan unos faroles, y en el suelo vemos calas blancas, que son las flores que adornan este besamanos y que también vemos detrás, en dos de las jarras de su paso de palio. El camarín de la Virgen está tapado con un cortinaje de terciopelo rojo ante el que se ha colocado el Sine Labe de la cofradía con cuatro ángeles del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno que sostienen los cordones de la insignia. Además, iluminan el retablo mayor de la parroquia numerosos candeleros con cera blanca.
Finalmente, completan el montaje de este besamanos la cruz alzada con manguilla entre dos ciriales en el lado izquierdo del presbiterio, y el estandarte corporativo en el derecho.
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