La Hermandad de los Servitas celebró este domingo el besamanos a María Santísima de la Soledad, el primero que tiene lugar desde la muerte de Antonio Joaquín Dubé de Luque, que tuvo lugar el mes pasado, quien fuera padre artístico de la corporación y responsable del aspecto actual de esta dolorosa, retallada sobre una imagen anterior de Antonio Castillo Lastrucci.
Precisamente, este besamanos también ha sido el primero después de las labores de limpieza de la talla llevadas a cabo el verano pasado precisamente por el propio Dubé y que permitieron devolver la claridad a la policromía de esta dolorosa.
La Virgen de la Soledad se encontraba sobre el segundo escalón del presbiterio de la Capilla de los Dolores, elevada a su vez por una fina peana de plata. Para este besamanos, la imagen estaba vestida con el antiguo manto procesional de la Virgen de los Dolores, que se encontraba junto al Cristo de la Providencia en el lugar de culto de la propia Soledad Servita, dado que el camarín del retablo estaba cubierto por un tapiz pintado de damasco rojo con el escudo de la hermandad en el centro.
La Soledad llevaba además una saya de terciopelo burdeos bordada en oro, un fajín hebraico y su corona de salida. En el pecherín, donde destacaba un tocado liso, tenía un broche con el escudo de la corporación y en la mano izquierda sujetaba una azucena de orfebrería, mientras que la derecha la tenía extendida para recibir los besos de los devotos.
Detrás de la imagen había una cruz con un sudario y también veíamos dos de los faroles del paso de palio, mientras que los otros dos fueron situados sobre el banco del retablo. Además, a la altura de la dolorosa había unos artísticos jarrones de madera dorada con diversas flores, principalmente rosas blancas y antirrhinum, flores que también estaban en los laterales de los escalones del presbiterio.
Finalmente, en los extremos del montaje se situaron unos ángeles mancebos con unas filacterias en las que podía leerse "Stabat Mater" y "Iuxta crucem", en alusión a la propia escena representada en el besamanos, con la Virgen al pie de la cruz.
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