Llegamos al final de nuestras crónicas acerca del Corpus 2025 con el traslado de regreso de la Cena a la Iglesia de los Terceros. Normalmente, la vuelta del Señor de la Cena es el penúltimo de los reportajes, pero este año la hermandad optó por retrasar hasta la noche este regreso alertada por los anuncios de intenso calor que habrían hecho muy complicado el retorno durante las horas del mediodía.
Así las cosas, con el cortejo ya en camino poco después de las nueve de la noche, el misterio de la Cena salió de la portada del Palacio Arzobispal en la calle Cardenal Carlos Amigo para iniciar su vuelta a casa a horas desacostumbradas.
Por cierto, nota para redactores de prensa e internet, y comentaristas de radio y televisión: la calle se llama Cardenal Carlos Amigo. Ni "Fray Carlos Amigo", ni "Cardenal Fray Carlos Amigo", ni "Cardenal Carlos Amigo Vallejo", ni "Fray Carlos Amigo Vallejo", ni cualquier otra variante imaginativa. Vayan a la calle y comprueben lo que dice el rótulo: Cardenal Carlos Amigo. Y si no quieren acercarse hasta allí, que hace mucho calor, yo se lo enseño: ver. Lo de llamar "Sales y Ferrer" a la calle Sales y Ferré es ya otro empecinamiento bastante curioso...
La Banda de Cornetas y Tambores de Las Cigarreras llegó hasta el paso procedente de la plaza de la Virgen de los Reyes para acompañar al misterio como si del recorrido de vuelta de un Domingo de Ramos se tratara. Cuando el paso se levantó, ya perfectamente arreglado el farol que en la ida hubo que retirar (aunque algún otro golpe se llevaría también después), la banda interpretó la Marcha Real, encadenada con "Cantemos al amor de los amores" y con la composición "Eucaristía", llegando con ella hasta la calle Alemanes.
Y después de una parada, giraría para afrontar la subida de la Cuesta del Bacalao con la reciente "Tetralogía. Los juicios del Hijo de Dios", la unión de cuatro marchas diferentes de Cristóbal López Gándara dedicadas a la presencia de Jesús ante Anás, Caifás, Herodes y Pilatos.
Por Placentines y Francos, el misterio salió a la Cuesta del Rosario, donde se pudo escuchar la marcha "Y fue azotado", alcanzando con ella la calle Jesús de las Tres Caídas. Comenzaba así una parte del itinerario coincidente con el que había seguido poco antes la Hiniesta Gloriosa en su camino de vuelta a San Julián (ver). Posteriormente, se encaminó a la calle Odreros con la marcha "Al Señor de la Sagrada Cena".
Por Sales y Ferré, que no Ferrer, el misterio de la Cena salió a la plaza del Cristo de Burgos para seguir por Doña María Coronel, Gerona y plaza de los Terceros. Iba culminándose esta salida con el paso tomando la calle Sol con la marcha "Hasta siempre, Soberano".
Luego sonó "Costalero del Soberano" con el misterio alcanzando la puerta del templo. Pero no fue ésta la última marcha, ya que después, mientras el Señor que tallara Sebastián Santos y el apostolado de Ortega Bru giraban ante la puerta, la Banda de Las Cigarreras interpretó "Agnus Dei", composición que se enlazó con la Marcha Real cuando eran las doce y cuarto de la noche; un cuarto de hora antes de lo anunciado en un principio.
Pero, como es habitual en la entrada de la Cena cada jueves de Corpus, tras la Marcha Real la banda tocó nuevamente "Cantemos al amor de los amores" mientras el paso recorría la Iglesia de los Terceros y alcanzaba el presbiterio, donde quedó definitivamente detenido.
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