viernes, 20 de junio de 2025

CORPUS 2025: TRASLADO DE LA HINIESTA GLORIOSA A LA PLAZA DE SAN FRANCISCO


La tarde del pasado miércoles tuvo lugar la primera parte de la habitual salida procesional en dos tiempos de la Hiniesta Gloriosa; la parte del traslado a la plaza de San Francisco para subir al altar desde el que iba a presidir a la mañana siguiente la procesión del Corpus de la Catedral en su discurrir por el Ayuntamiento.
Tras el brevísimo traslado del año pasado por el L aniversario de la Coronación Canónica (ver), la ausencia de traslado de 2023 por lluvia (ver), el sobresalto de 2022 con refugio temporal en Los Terceros (ver) y, por supuesto, los dos años de pandemia, por fin en este 2025 se ha vuelto a un traslado de total normalidad de la Hiniesta hasta su altar.
Todo comenzó a las siete y media de la tarde, cuando la cruz de guía de la corporación salía de la Parroquia de San Julián, seguida por un cortejo de hermanos con cirios y por las insignias habituales: la réplica del pendón de San Fernando, el guión de la Coronación Canónica y el estandarte corporativo.





Desde el presbiterio, el paso de la Hiniesta Gloriosa se desplazó por la nave central del templo hasta la puerta ojival, donde hubo un pequeño susto cuando, en la levantá previa a la salida, salió volando hasta el suelo una de las campanas que cuelgan del templete estrenado el año pasado. Y voló de tal manera, que siendo una campana de la parte trasera del templete, cayó por delante del paso.
En 2024, por el L aniversario de la Coronación, se estrenó, como queda dicho, el templete, de Orfebrería Ramos, pero también un manto azul turquesa bordado en oro por Manuel Solano, según el diseño de Gonzalo Navarro. Un manto que ha llevado también en la salida de este año.
A las órdenes de la familia Ariza (y no es un decir lo de familia, porque no hay paso en Sevilla que esté más atestado de capataces que aquél en el que estén ellos), la Hiniesta Gloriosa salió de San Julián y la Banda de Música de Mairena del Alcor tocó el Himno de España, sonando después "Hiniesta Coronada" mientras el paso giraba a su izquierda.
A continuación, con "La Estrella Sublime", tomó brevemente la calle Duque Cornejo y pasó por Moravia hasta quedar detenido en el inicio de Pasaje Mallol. Diferentes flores blancas en jarras y friso, y nardos en las esquinas adornaban un paso en el que también se veían uvas, panes y hasta algunos pájaros decorativos.





























Seguidamente, el paso continuó por Pasaje Mallol, ahora a los sones de la marcha "Hiniesta Gloriosa". Ocurrió que iba tan rápido, que la banda se quedó bastante lejos del paso, teniendo luego que acelerar para alcanzarlo cuando se detuvo.
El cortejo tomó la calle Santa Paula a la derecha, pero el paso, antes de seguirlo, iba a acercarse hasta la puerta del convento del mismo nombre, a la que se desplazaron también las Siervas de Jesús para que ambas congregaciones recibieran juntas a la Virgen de la Hiniesta. Y juntas le cantaron la Salve Regina acompañadas por el párroco de San Julián, Amador Domínguez Manchado.





















Rafael Ariza hizo sonar el llamador pidiendo que la levantá fuera por las dos congregaciones. "Que la Hiniesta les dé salud y las cuide", dijo. Luego, el paso continuó su camino mientras la Banda de Mairena interpretaba la marcha "Hiniesta, pasión y gloria", seguida después por "Triunfal" hasta la plaza de Santa Isabel, donde se detuvo para un relevo de costaleros. La banda interrumpió entonces la partitura.
Y también se iba a interrumpir la siguiente marcha, que fue "Procesión de Semana Santa en Sevilla". Fue la escogida para que la Hiniesta dejara atrás la plaza de Santa Isabel y tomara la calle Siete Dolores de Nuestra Señora, donde se paró ante la puerta de la capilla de la Hermandad de los Servitas. A la cofradía del Sábado Santo se le dedicó la siguiente levantá, tras la que la Virgen continuó hacia la plaza de San Marcos con la marcha "Azul y plata".


























La Hiniesta tomó entonces, a los sones de "Coronación de la Macarena", la estrechez de la calle Castellar, en la que más adelante se pudo escuchar la marcha "Virgen de la Palma". Luego, tras detenerse centímetros antes del giro, tomó la calle Churruca con "Sé siempre nuestra Esperanza".
Después, tras una parada, más Esperanza; en este caso, con la marcha "La Esperanza de Triana", con la que el paso tomó Almirante Espinosa. En ella se produjo un nuevo relevo bajo las trabajaderas antes de una breve chicotá a tambor.
Enseguida, el paso se volvió a levantar y giró en Feria buscando la Capilla del Rosario, en cuya puerta esperaba a la Hiniesta la Hermandad de Monte-Sión. Hasta ella llegó con "Rosario de Monte-Sión" y se volvió frente a la puerta.

























Para marcharse de la Capilla del Rosario, sonó de nuevo tras la Hiniesta Gloriosa "La Estrella Sublime". Y más adelante, en la revirá a Conde de Torrejón la marcha escogida fue "Pastora de Capuchinos". El itinerario de este año continuó luego por Alberto Lista, a la que accedió el paso a los sones de "Aniversario macareno".
La siguiente estación estaba en la Iglesia de San Martín. Por ello, desde Alberto Lista el recorrido siguió por Saavedras, en la que la Hiniesta se metió con la marcha "Y en Triana, la O". Y tras una parada, el paso salió a la plaza con "Hosanna in excelsis", llegando con ella a volverse ante la representación de la Hermandad de la Lanzada, cuyos cofrades cantaron la Salve Regina. Instantes después, se marchó hacia la calle Cervantes con la composición "Hiniesta Coronada".

























Desde San Martín, la Hiniesta siguió adelante por San Andrés, Orfila y Cuna, pasando a Sierpes desde Cerrajería. Llegaba así el tramo final de este traslado, cuando la Banda de Mairena tocó "Como tú ninguna" con el paso llegando hasta el altar montado por la Hermandad de la Pastora de Santa Marina en la fachada del Círculo Mercantil. Sonó luego "Rocío" al pasar junto al altar de la Esperanza de Triana y al del Beso de Judas, haciendo así un guiño a la próxima Coronación Canónica de la dolorosa del Rocío. 
La Agrupación Musical María Santísima de las Angustias, que iba delante de la cruz de guía, estaba ya en la plaza de San Francisco, pero no dejaba de tocar. Ante el paso los hermanos hablaban de la necesidad de llegar ya al altar, pero no querían que se mezclaran los sones de ambas bandas. Finalmente, cuando la agrupación calló, la Hiniesta siguió adelante, saliendo a la plaza con "Pasan los campanilleros".
Tras una parada que se aprovechó para retirar las maniguetas traseras, el paso emprendió la subida al altar, encadenando la Banda de Mairena del Alcor las marchas "La Estrella Sublime" e "Hiniesta Coronada"; esta última se repitió tras una primera interpretación.



















Poco antes de las doce de la noche quedaba la Hiniesta Gloriosa definitivamente ubicada en el altar de la plaza de San Francisco, entre las dos portadas bajo las que iba a pasar la procesión eucarística del jueves. Enseguida, el repicar de las campanas de la Giralda anunció la llegada de este día tan señalado en el calendario de la ciudad.

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