El Señor se encontraba elevado sobre una peana dorada muy alta con lirios morados y otras flores a sus pies, que también se encontraban repartidas en diversas jarras. También había varios candeleros morados, ya que éste era el color que lo inundaba todo en este montaje, como podía verse igualmente en el cortinaje que ocultaba el altar mayor y el dosel de cultos bajo el que estaba la cruz de guía con los dos faroles que abren con ella el cortejo de la cofradía el Lunes Santo. Asimismo, se ubicaron también los faroles entrevarales del paso de palio.
miércoles, 20 de marzo de 2013
REDENCIÓN EN SANTIAGO
El Señor se encontraba elevado sobre una peana dorada muy alta con lirios morados y otras flores a sus pies, que también se encontraban repartidas en diversas jarras. También había varios candeleros morados, ya que éste era el color que lo inundaba todo en este montaje, como podía verse igualmente en el cortinaje que ocultaba el altar mayor y el dosel de cultos bajo el que estaba la cruz de guía con los dos faroles que abren con ella el cortejo de la cofradía el Lunes Santo. Asimismo, se ubicaron también los faroles entrevarales del paso de palio.
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