La Hermandad del Cachorro celebró el pasado fin de semana el besamanos a Nuestra Madre y Señora del Patrocinio, que se ubicó en el presbiterio de la Basílica del Cachorro, a los pies del Cristo de la Expiración.
La dolorosa que tallara Luis Álvarez Duarte estaba elevada sobre la peana de besamanos de la Esperanza de Triana y vestida con el manto de salida, saya de tisú bordada en oro y la corona que luce en su estación de penitencia del Viernes Santo.
Sobre el pecherín llevaba una pequeña rosa de pasión y una cruz pectoral, mientras que en la cintura tenía prendido el broche con su advocación. Daba a besar la mano derecha y con la izquierda sostenía dos rosarios.
La Señorita de Triana estaba flanqueada por dos de los candelabros del paso del Cachorro entre jarras del paso de palio con pequeñas rosas sobre columnas de madera tallada y dorada, y candeleros dorados con cera blanca.
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