EL VÍA CRUCIS DEL VARÓN DE DOLORES

La Hermandad del Sol celebró el pasado viernes el vía crucis cuaresmal con la imagen del Varón de Dolores de la Divina Misericordia, que salió en andas para recorrer algunas calles de la feligresía del Plantinar, además de visitar dos templos que tanta importancia tienen en la trayectoria de la hermandad, como la Parroquia del Divino Redentor y la Iglesia de las Hermanas Salesianas de Nervión.
A las ocho de la tarde comenzó a salir el cortejo desde la puerta principal de la Parroquia de San Diego de Alcalá, encabezado por la cruz de guía entre ciriales. También participaron varias parejas de hermanos con cirios de color verde, mientras que, antes de la presidencia, donde el hermano mayor estaba acompañado por una religiosa del Convento del Pozo Santo, muy relacionado con la hermandad, iba el estandarte corporativo. La Capilla Musical San Telmo puso música a este vía crucis del Varón de Dolores, que iba precedido por el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.

Al salir por la puerta principal del templo, hubo que realizar una serie de maniobras para poder salvar el dintel. De esta forma, se tuvo que desmontar la estructura de sujeción de las andas sobre las que iba el Varón de Dolores, para volver a colocárselas en el atrio del templo. Asimismo, se le retiró la parte superior de la cruz. Pese a todo, los hermanos sacaron al Señor completamente agachados.

Ya en la calle, el Varón de Dolores inició su recorrido por el lado izquierdo de la Plaza del Aljarafe hacia la calle Virgen del Sol. Desde ahí, cruzó con celeridad Ramón y Cajal en dirección a Villegas y Marmolejo y a Fernández de Ribera.

El Varón de Dolores siguió adelante hacia el Divino Redentor sobre unas andas adornadas con lirios morados e iluminadas con los candelabros de tres guardabrisas cada uno que forman parte de la delantera del paso de palio de la Virgen del Sol.

Tras la visita a los dos templos antes citados, la imagen de Bonilla Cornejo volvió a San Diego de Alcalá por las mismas calles Villegas y Marmolejo, Virgen del Sol y Plaza del Aljarafe, poniendo fin al rezo público de las estaciones del vía crucis.