La Hermandad del Valle ha celebrado este fin de semana el besapié al Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas, que estuvo situado en el presbiterio de la Iglesia de la Anunciación, elevado sobre una estructura oculta con una tela de damasco rojo y, ante ella, una especie de repostero con una cruz bordada sobre tejido blanco con el emblema de la hermandad en el centro y decoración vegetal alrededor de la cruz.
El Señor de la Coronación llevaba las potencias de salida, realizadas en oro por Manuel Valera en 2007, y la clámide de terciopelo rojo atribuida a Antonia Bazo y bordada en 1805. Asimismo, contaba con la caña sujeta con su mano derecha y corona de espinas.
A sus pies se dispusieron una serie de rosas rojas y la estructura sobre la que estaba elevado se iluminaba por cuatro candelabros plateados con altos cirios verdes. A ambos lados del Señor se colocaron los cuatro faroles del paso de misterio de la Coronación y un total de seis jarras del paso de palio de la Virgen del Valle con claveles rojos colocados en forma cónica y bicónica.
Al fondo del altar, se encontraba el dosel de cultos de la hermandad, ante el que veíamos la reliquia de la Santa Espina que posee la hermandad, entre pequeñas jarras también con claveles rojos y dos pequeños candelabros con velas verdes. Y en cada lado del dosel estaban los dos pequeños faroles del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro.
Por último, hay que señalar la presencia de dos pequeños doseles en cada extremo del montaje con diferentes enseres, cuatro altos y sencillos candelabros negros con velas color tiniebla y diversos blandones dorados repartidos a lo largo del altar con cera del mismo color.
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