La Hermandad de Santa Genoveva ha montado un altar para el triduo a Nuestra Señora de las Mercedes que supone una forma muy gráfica de celebrar el octavo centenario de la orden mercedaria, que se cumple en este 2018.
Su configuración se basa en la pintura del retablo mayor de la Basílica de María Auxiliadora de Turín. En el centro vemos a la Virgen de las Mercedes vestida con manto liso de color burdeos, saya blanca bordada en oro, toca de sobremanto, corona y ráfaga. En las manos sujeta un pañuelo y un rosario.
La dolorosa de José Paz Vélez aparece rodeada por cinco imágenes que representan a otros tantos santos vinculados a la Orden de la Merced. Así, justo delante se sitúa San Pedro Nolasco, fundador de la orden, que presenta su característica postura de estar recogiendo el hábito mercedario tras entregárselo la Virgen.
En el lado izquierdo está San Ramón Nonato, que aquí tiene un candado en su mano derecha, aunque habitualmente se le representa con este objeto en la boca, dado que los musulmanes del norte de África le colocaron uno para evitar que pudiera predicar la palabra de Dios. Y junto a él se representa a Santa María de Cervellón, la primera religiosa mercedaria de la historia. Aquí la vemos con un barco en la mano, ya que se cuenta que se aparecía a los barcos que llegaban desde Argel y socorría a los cautivos que viajaban en ellos de las tempestades.
A la derecha vemos a la Beata Mariana de Jesús, terciaria de la Merced y muy devota de la cruz, razón por la que se le representa con una en las manos; goza de gran devoción en Madrid. Por último, vemos a San Serapio, santo de origen irlandés que ayudó al rey Alfonso VIII en la Reconquista y que fue martirizado en África siendo clavado en una cruz con forma de aspa como la que sujeta con su mano derecha en el altar.
Las imágenes que representan a estos santos mercedarios han sido cedidas por dos hermandades de Mairena del Alcor, como son la Borriquita, a la que pertenecen las tallas femeninas que representan a Santa María de Cervellón y a la Beata Mariana de Jesús, y la de Jesús Cautivo, propietaria de las tallas aquí transformadas en San Pedro Nolasco, San Ramón Nonato y San Serapio.
Durante la celebración del triduo y con motivo del montaje de este altar, la talla de Nuestro Padre Jesús Cautivo se ha trasladado al lado izquierdo del presbiterio, al retablo que habitualmente ocupa el Sagrado Corazón de Jesús, mientras que San Juan Evangelista ocupa en el lado derecho el altar de la Milagrosa.
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