domingo, 23 de septiembre de 2018
LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS RECORRIÓ LAS CALLES DE PADRE PÍO
La Agrupación Parroquial de la Divina Pastora de Padre Pío salió este sábado por el barrio arropada por bastantes vecinos y con muchas de las calles de su recorrido perfectamente engalanadas con banderolas y pancartas de alabanza a la imagen, como la que sobre la reja de acceso al atrio de la Parroquia del Buen Pastor y San Juan de la Cruz decía "Divina Pastora de las Almas".
A las siete de la tarde las campanas del templo anunciaban la salida, que comenzó unos minutos más tarde. El cortejo lo encabezaba la cruz alzada entre faroles y seguían algunos hermanos con varas de madera con cruces, el guión de la Virgen, la representación de la Hermandad de Padre Pío con su estandarte corporativo, el propio estandarte de la Agrupación de la Divina Pastora, la presidencia con representación de otras corporaciones y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales y las dalmáticas pertenecientes a la cofradía penitencial.
Enseguida el capataz, Rafael Almansa, acompañado de sus auxiliares, llamó al paso, que se encontraba a los pies de la nave de la Epístola de la parroquia. La Divina Pastora se levantó al cielo y se encaminó hacia la puerta, deteniéndose antes de cruzarla. A continuación, el capataz quiso dedicar la salida a "las intenciones de la futura hermandad", ya que pronto la Pastora de Padre Pío podría ser aprobada como nueva hermandad de gloria.
La Agrupación Musical Santa Cecilia esperaba junto a la puerta para situarse detrás del paso y acompañarlo con sus sones durante todo el recorrido. Así, tras el Himno de España, el paso de la Divina Pastora bajó la rampa hacia la calle con la marcha "Nuestro Padre Jesús de la Victoria".
Lentamente, el paso fue girando a su derecha en dirección a la Ronda de la Doctora Oeste, pero antes se paró al finalizar la partitura. En ese momento, un vecino del barrio le dedicó un cántico a la Divina Pastora desde delante del propio paso.
Una chicotá a tambor realizó el paso antes de girar a la calle San Juan de Aznalfarache a los sones de "Christus vincit", tras la que volvió a pararse y el mismo hombre de antes le cantó de nuevo a la Divina Pastora, esta vez desde el balcón de su casa.
Margaritas de diferentes colores (blanco, amarillo y malva) componían el curioso exorno floral del paso, a lo que hay que añadir algunas varas de nardos en las esquinas. En cuanto a la vestimenta de la Pastora, llevaba manto blanco de brocado, saya rosa con bordados en oro, mantilla, sombrero y pelliza. En la mano izquierda sujetaba un cayado dorado y un pequeño ramito de flores rosas.
Desde San Juan de Aznalfarache, el paso giró a la calle Alajar mientras la Agrupación Santa Cecilia tocaba el "Himno de San Antonio", marcha a la que después, al alcanzar la calle Mairena del Alcor, seguiría "Cristo de la Salud y Buen Viaje" y más adelante "A los pies de Sor Ángela" en el giro a Valencina de la Concepción.
En esta última calle el paso se tuvo que parar ante la presencia de un cable que atravesaba de acera a acera a una altura muy baja. Un vecino desde un balcón ayudó a solventar la dificultad levantando el cable con una escoba y permitiendo a la cofradía continuar su camino.
Más adelante, la Agrupación Musical Santa Cecilia se atrevió con una versión muy particular de "Pasan los campanilleros" que acompañó el giro hacia la calle Las Cabezas de San Juan, donde el paso se paró junto a una mujer en silla de ruedas a la que uno de los capataces le regaló una de las varas de nardos de las esquinas.
A continuación, con "Oh, pecador", la Divina Pastora giró hacia un tramo distinto de Alajar, donde el cortejo de la cofradía se comprimió al máximo hasta que la Policía Local cortó el tráfico en la calle La Puebla del Río. Cuando pudo acceder a ésta, el paso discurrió a los sones de "Salud de San Bernardo".
Antes de cruzar la Ronda de Padre Pío hacia las calles del barrio situadas al otro lado, se encendió la iluminación del paso, que curiosamente es completamente artificial, dado que los candelabros tienen bombillas y hay un foco en la delantera que ilumina el rostro de la Pastora.
Después, el paso cruzó la Ronda con la marcha "La Oración del Huerto", siguiendo después a tambor hasta que giró a la calle Carrión de los Céspedes con "Virgen de la Hiniesta". En el inicio de esta calle, donde había una pancarta en la que podía leerse "Viva la Divina Pastora", se despidió la representación de la Hermandad de Padre Pío. Además, desde un balcón un grupo de seis personas con varios instrumentos musicales le cantaron a la imagen unas sevillanas.
Con la marcha "Redención por Sevilla" continuó avanzando la Divina Pastora por la calle Carrión de los Céspedes, donde el paso se volvió ligeramente hacia una chica con alguna discapacidad psíquica. Entre las lágrimas de su madre, que recibió otro nardo, el capataz dedicó la siguiente levantá a "los ángeles que el Señor nos pone en la tierra para que aprendamos de ellos". "Aquí tengo uno de esos ángeles", dijo antes de tocar el llamador.
Poco después, sonó de nuevo "Pasan los campanilleros", ahora para el giro hacia la calle La Puebla de Cazalla, donde terminó de anochecer sobre la Pastora, que más adelante se detuvo junto a la casa donde tiene su origen la actual Hermandad de Padre Pío, como lo recuerda un azulejo colocado en la fachada en 2014.
Desde este punto, la Pastora de Padre Pío continuó a los sones de "La saeta" para seguir recorriendo varias calles de este lado de la Ronda antes de regresar a la Parroquia del Buen Pastor y San Juan de la Cruz, lo que hizo sobre las once y media de la noche.
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