La Hermandad de San Bernardo celebró este sábado su procesión eucarística, culto que en este antiguo arrabal se realiza cada año coincidiendo con la festividad de la Exaltación de la Cruz. La procesión pudo salir a las calles del barrio después de que la lluvia obligara el año pasado a llevarla a cabo en el interior de la parroquia (ver).
Así, pasadas las nueve de la noche, tras la función solemne, se produjo la salida del cortejo. Antes, aún en el interior, el paso con la custodia fue conducido desde la nave del Evangelio hasta el presbiterio para que fuera colocado el Santísimo Sacramento en el ostensorio situado en el segundo cuerpo de la custodia que en metal plateado realizó el taller de Isaura en 1858.
A continuación, por la puerta habitual de salida de la cofradía comenzó a salir la procesión eucarística, encabezada por los niños carráncanos. Detrás iban el guión sacramental, varias parejas de hermanos con cirios rojos, el estandarte sacramental, otro tramo de cirios, el estandarte corporativo, la presidencia y el cuerpo de acólitos con seis ciriales.
Los Villanueva, capataces generales de la Hermandad de San Bernardo, se encargaron de comandar el paso, llevado por un reducido número de costaleros. En el momento de la salida del templo, la Banda de Música de la Cruz Roja interpretó el Himno de España y la marcha "El Corpus". Con ella, el paso giró a su derecha, ya que no salió de frente directamente a la calle Santísimo Cristo de la Salud, sino que, ante la ausencia de la estructura de rampas que permite la salida de los pasos el Miércoles Santo, siguió por el atrio junto a la fachada de la parroquia para salir por la puerta más estrecha ubicada ante el retablo cerámico del crucificado.
En 2017, la procesión eucarística pudo volver a discurrir por el interior de la antigua Fábrica de Artillería, de la que es patrona Santa Bárbara, titular también de la Hermandad de San Bernardo (ver). Por segunda vez (ya que la lluvia lo impidió el año pasado), el Corpus del barrio pasó este sábado por la fábrica, llegando hasta ella a los sones de "Virgen de los Reyes".
El patio interior de la fábrica estaba completamente apagado, por lo que sólo se iluminaba con los candeleros y la luz artificial del propio paso, así como por los cirios de los hermanos que lo precedían.
Aún en el interior, la Banda de la Cruz Roja tocó "Hosanna in excelsis", tras la que los devotos que iban detrás del paso cantaron "Alabado sea el Santísimo". Poco antes, el paso tuvo que sortear una de las puertas del edificio, con una vidriera de colores a su alrededor.
Tras salir de la Fábrica de Artillería por la puerta principal, la que da a Eduardo Dato, la banda interpretó "Madre de nuestro Refugio". El paso dejó atrás con rapidez la avenida para volver a internarse por el barrio, lo que hizo dejando a su derecha el puente y tomando la calle San Bernardo, a la que llegó con la marcha "Glorias de Sevilla".
El Santísimo Sacramento recorrió la arteria principal del barrio, donde la Banda de la Cruz Roja tocó "Virgen del Refugio" y "La Quinta Angustia". Después, el paso, que contaba con diversos elementos del paso de palio de la cofradía, como los cuatro candeleros, dos jarras, varias jarritas y el llamador, giró a su izquierda a la calle Santo Rey con "La Estrella Sublime".
Tras la marcha de Farfán, los acompañantes del paso cantaron la conocida composición "Cantemos al Amor de los Amores". Acto seguido, el paso reanudó su camino con la marcha "Danos la Paz" y salió con ella a la calle Santísimo Cristo de la Salud.
Ya junto a la Parroquia de San Bernardo, el cortejo buscó la misma puerta del atrio por la que había salido mientras la Banda de la Cruz Roja tocaba "María Santísima del Refugio". Después, interpretó también "Cantemos al Amor de los Amores" y alcanzó la puerta del templo, en el que entró con el Himno pocos minutos antes de las diez y media de la noche.
Una vez dentro de la parroquia, el paso volvió al presbiterio para ser despojado de la Sagrada Forma, tras lo que los Villanueva lo condujeron nuevamente a la nave del Evangelio. Finalmente, se realizaron las oraciones finales y las letanías al Santísimo, con las que concluyó la procesión del Corpus que en San Bernardo, por privilegio obtenido por la hermandad, se celebra cada año el 14 de septiembre.
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