sábado, 15 de septiembre de 2018

SAN BERNARDO CELEBRÓ POR LA LLUVIA SU PROCESIÓN EUCARÍSTICA EN EL TEMPLO


La lluvia, o más bien habría que decir la tormenta, obligó este viernes a la Hermandad de San Bernardo a celebrar su procesión eucarística por el interior de las naves de la parroquia, al no poder salir a las calles del barrio, como estaba previsto.
Se trata de uno de los principales cultos anuales de la hermandad del antiguo arrabal, que tiene el privilegio de celebrar su procesión eucarística cada 14 de septiembre, coincidiendo con la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, en lugar de en el Corpus Christi.
Tras la función solemne celebrada a partir de las ocho de la tarde, el párroco de San Bernardo, Mario Fermín Ramos, anunció que la procesión tendría lugar en el interior del templo, formándose al término de la Eucaristía un cortejo algo más breve de lo habitual, formado por los Niños Carráncanos, el guión sacramental, varios hermanos con cirios rojos, el estandarte corporativo, el cuerpo de acólitos y el Santísimo Sacramento portado por el párroco bajo palio. Entre los integrantes del cortejo estuvieron los hermanos mayores de las cofradías del Miércoles Santo y el delegado de este día en el Consejo General de Hermandades y Cofradías, Miguel Cuevas.
Durante el breve trayecto recorrido a lo largo de la nave de la Epístola, desde el altar del Cristo de la Salud hasta la puerta principal, y por la nave central hasta el altar mayor, sonaron algunas composiciones eucarísticas a través del órgano de la iglesia y las voces de los asistentes, que llenaban el templo.
Al término de la procesión y tras las oraciones finales, el párroco se mostraba contento por el hecho de haber celebrado un año más esta procesión eucarística, aunque no hubiera podido hacerse como se había previsto. Lo importante, dijo, es que "Dios ha recorrido nuestra iglesia y nuestros corazones".








  








El paso con la Custodia, que iba a ser llevado por los costaleros y guiado por los Villanueva, se quedó en la nave del Evangelio, tras haber sido debidamente exornado con claveles, lisiantum y hasta espigas de trigo. Si hubiera podido salir, habría visitado por segundo año consecutivo, después de varios años en obras, la antigua Fábrica de Artillería, a la que tan unida está la hermandad (ver), y habría llevado detrás a la Banda de Música de la Cruz Roja.









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