domingo, 16 de septiembre de 2018

LA HERMANDAD DEL AMOR CELEBRA BESAMANOS Y BESAPIÉ EXTRAORDINARIOS


Además del tradicional besamanos a la Virgen de la Merced, de la Hermandad de Pasión (ver), la Iglesia del Salvador acoge también este fin de semana uno de los cultos de carácter extraordinario que la Hermandad del Amor viene celebrando en este 2018 para conmemorar el cuarto centenario de la fusión entre las dos cofradías que la conforman: la Borriquita y el Amor.
En concreto, y ante el altar que la hermandad ocupa en la cabecera de la nave de la Epístola, el Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora del Socorro se encuentran expuestos en besapié y besamanos, respectivamente. Son cultos que no coinciden habitualmente en el calendario anual de la cofradía del Domingo de Ramos, dado que el besapié al crucificado se celebra en Cuaresma, mientras que el besamanos a la dolorosa tiene lugar en la festividad de la Inmaculada Concepción.
En medio de un pasillo formado por varias parejas de blandones dorados con cirios blancos y sobre una gran alfombra con el escudo de la hermandad, vemos en la parte delantera a la Virgen del Socorro, vestida prácticamente como podría hacerlo para la estación de penitencia sobre su paso de palio, con su manto de salida, saya blanca bordada en oro, tocado de encaje dorado y la corona procesional.
La dolorosa está elevada sobre una fina peana de plata y lleva en el pecherín únicamente un puñal. Ofrece a los devotos la mano derecha, mientras que con la izquierda sujeta un rosario. Asimismo, se encuentra flanqueada por dos jarras de su palio con nardos, colocadas sobre sendos pies de base cuadrada forrados en terciopelo rojo.
Detrás, colocado en posición vertical, está ubicado el Santísimo Cristo del Amor, que no lleva potencias y que en la parte trasera de la base de la cruz tiene, como en su paso, la talla del pelícano que alimenta a sus crías con su propia carne, símbolo del amor supremo de Cristo, que da la vida por los demás.
A los pies de la cruz, colocados de forma piramidal, hay un buen número de claveles de color rojo, mientras que delante, a uno y otro lado de la imagen, vemos los dos faroles de entrevarales del paso de palio de la Virgen del Socorro.
Hay que apuntar por otra parte que el altar de la hermandad está ocupado únicamente por varios candeleros con cera blanca y dos jarras y cuatro jarritas del palio con claveles rojos. A la derecha, junto al Señor de la Sagrada Entrada en Jerusalén, está la imagen de Santiago, así como jarras con claveles rosas y blandones dorados.














































A lo largo de este año han sido ya varios los actos y cultos conmemorativos del cuarto centenario de la fusión entre la Borriquita y el Amor, como fue la exposición celebrada en el Ayuntamiento (ver), la presencia del Cristo del Amor ya en su paso ante el retablo mayor durante el quinario (ver) y el besapié extraordinario de dos días de duración al Señor de la Sagrada Entrada en Jerusalén (ver).

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