martes, 31 de enero de 2023

EL CRISTO DE LA BUENA MUERTE, EN EL CENTRO DEL PRESBITERIO DE SAN JULIÁN


La Hermandad de la Hiniesta cerró este domingo los cultos en honor al Santísimo Cristo de la Buena Muerte manteniéndolo expuesto a la veneración, como lo está durante todo el año, pero en el centro del presbiterio de la Parroquia de San Julián en lugar de en su altar habitual a la derecha de éste.
Tres años después del inicio de la pandemia, la corporación del Domingo de Ramos todavía considera que es un riesgo dejar a la libre elección del devoto darle o no un beso a la imagen. Por ello, fue colocada a una altura considerable sobre un pequeño monte de corcho de pronunciada verticalidad salpicado de algunas flores.
El Cristo de la Buena Muerte llevaba sus potencias de salida y estaba flanqueado por blandones de madera dorada con cera blanca, ciriales y jarras con distintas especies florales de tonalidad roja y morada. Detrás, veíamos ante un dosel que cobijaba un antiguo estandarte sacramental a la Virgen de la Hiniesta vestida de hebrea y a Santa María Magdalena entre un gran número de candeleros colocados a diferentes alturas en unas gradas de madera.
En la parte inferior se ubicaron a un lado y a otro del sagrario varias jarras, y en los laterales dos pequeños doseles con más flores. En cada uno de ellos se dispusieron doce pequeños candeleros y uno de los remates de las partes frontal y trasera del canasto del paso del crucificado, que constan de dos ángeles junto a un relicario.












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