La mañana del pasado domingo tuvo lugar en Jerez la salida procesional de San Blas, santo titular de la Hermandad del Desconsuelo, que desde el histórico templo de San Mateo salió a recorrer algunas de las calles de su barrio, llegando hasta las inmediaciones de la Catedral.
Tras la misa de las diez, se puso en camino la cofradía con un cortejo encabezado por la cruz alzada con manguilla entre ciriales. Detrás iban algunos niños de la cofradía del Martes Santo portando cirios rojos, el estandarte de la Asociación de San Blas, otro tramo de hermanos y el estandarte corporativo.
Tras el cuerpo de acólitos salió del templo San Blas sobre el que hasta 1939 fue el paso de Nuestro Padre y Señor de las Penas y que, tras haberse desprendido de él, la hermandad lo recuperó en 2007, le añadió unos respiraderos y lo utiliza desde 2009 para esta salida del patrón en el primer domingo de febrero.
La Agrupación Musical de la Estrella de Dos Hermanas se encargó de acompañar al santo, para el que interpretó en la salida el Himno de San Blas, recuperado especialmente en su repertorio para esta salida. Después, mientras el paso giraba y se presentaba ante la Capilla de Santa Marta, cuya hermandad lo recibió en la puerta, sonó "En el valle de tu amor".
El paso se detuvo ante la cofradía del Miércoles Santo, a la que se dedicó la siguiente levantá antes de marcharse hacia la plaza del Mercado a los sones de "Pasión y Amparo".
Sobre su paso, adornado con un generoso exorno de distintas especies florales de tonalidad morada, San Blas sujetaba un báculo obispal con la mano izquierda y de ésta colgaba uno de los tradicionales rosquillos que se elaboran con motivo de su festividad.
Desde la plaza del Mercado, caracterizada por sus palmeras de gran altura, el paso tomó la calle Cabezas, donde la Agrupación de la Estrella de Dos Hermanas tocó la marcha "Perdón". Más adelante, tras una parada, uno de los capataces se dirigió a un joven costalero: "¿Te acuerdas de cuando eras chiquitito y llamabas a este paso? Pues ya estás debajo y el de San Mateo está esperando que te hagas grande para llevarlo también a él", aludiendo al Señor de las Penas.
A continuación, el paso se levantó y salió a la plaza de San Lucas con la marcha "Virgen de la Estrella". Tras detenerse ante la fachada principal del Colegio San Juan Bosco, continuó hacia la plaza de Belén con "Rey de Jerusalén".
Por la amplia plaza donde estuvo el inmenso Convento de Belén, y tras un relevo de costaleros, San Blas continuó adelante hacia la calle Barranco mientras sonaba la marcha "Oh, bendita Estrella", a la que poco después seguiría "Orando al Padre" al alcanzar la recientemente reurbanizada plaza del Arroyo, bajo la atenta mirada de la torre de la Catedral.
La cofradía llevaba un cierto adelanto sobre el horario previsto, por lo que un miembro de la junta de gobierno indicó a los capataces que el discurrir por esta zona lo hiciera el paso sin prisa alguna. De hecho, en el tramo del edificio de la antigua comisaría y del hotel situado al lado se detuvo varias veces y sonaron dos marchas, "Luceros de la Estrella" y "Santa María de la Esperanza". Y la tercera marcha que se oyó en la plaza, ya en el giro a la calle Salvador, fue "Verónica".
Después, de nuevo en las estrecheces características de esta zona de la ciudad, el paso de San Blas avanzó a los sones de las marchas "Camino de la cruz" y, tras otro relevo de costaleros, "Reina de la Amargura".
El capataz titular, Alejandro Soto, dedicó más adelante una levantá a su tío Manolo, una persona muy destacada en la Hermandad del Desconsuelo, y después San Blas tomó la calle Benavente Bajo mientras la Agrupación de la Estrella interpretaba una de las marchas más recientes de su repertorio, "Salva".
Luego, tras una chicotá a tambor, el paso salió de nuevo a la plaza de Belén con "Nuestro Padre Jesús de la Victoria". Y si una llamada anterior la dedicó el capataz a su tío, ahora la dedicó a su padre, quien tocó el llamador en la levantá. "Jesús de la Sentencia" y "En tu mirada" fueron las marchas que la agrupación interpretó en la vuelta por la plaza de Belén y posteriormente fue el turno de "Nuestro Señor" al alcanzar otra vez la plaza de San Lucas.
Desde San Lucas, el paso accedió nuevamente a la calle Cabezas, en la que entró con la marcha "Ante Pilatos". Luego, en la puerta que da al patio del Colegio San Juan Bosco, había una representación con su cruz de guía de la Asociación de María Auxiliadora. Ante ella, San Blas pasó a los sones de "Nazaret", entre algún viva del propio capataz a la Virgen salesiana.
Poco después, sonó "La mudá" y a continuación el paso volvió a salir a la plaza del Mercado con "El oboe de Gabriel", la composición de Ennio Morricone más conocida de la banda sonora de la película "La misión".
Quedaban pocos metros para la vuelta a San Mateo cuando se enlazaron dos marchas, "Para ti, en el cielo" y "Los niños hebreos", en el giro desde la plaza del Mercado hacia la que lleva el nombre del templo. Pero la Agrupación de la Estrella de Dos Hermanas no aflojó el ritmo en ningún momento y siguió demostrando su saber hacer tocando a continuación las composiciones "Bajo tu cáliz" y "Sine labe concepta".
La agrupación musical incluso añadió una marcha más al repertorio previsto, como fue "Estrella, Reina del Cielo", mientras el paso entraba en San Mateo sin darse la vuelta hacia la plaza, sino que entró mirando al interior del templo.
Finalmente, con el paso atravesando ya la segunda puerta, sonó como en la salida el Himno de San Blas cuando eran las dos y diez de la tarde. Una vez dentro, se paró en el centro de la única nave de la iglesia.
Una última chicotá, dedicada a la hermandad en su conjunto, llevó a San Blas hasta el lado izquierdo del presbiterio. Desde allí, el párroco de los Cuatro Evangelistas, Carlos Redondo, que acompañó al santo durante todo el recorrido, pronunció las oraciones finales y dio la bendición a todos los presentes.
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