La imagen de Nuestra Señora de la Anunciación, de la barriada de Juan XXIII, ha estado expuesta en besamanos este fin de semana, ayer en horario de mañana y tarde, y hoy hasta las dos. Se trata del culto previo a la salida procesional, que este año será el próximo domingo, cuando hasta ahora lo habitual era que tuviera lugar en la tarde del último sábado de mayo.
Para este besamanos, la Anunciación estaba situada en el altar mayor de su parroquia, sobre la peana procesional y vestida con su manto de salida y la saya blanca que también suele llevar en su paso por las calles del barrio. En cuanto a los enseres de orfebrería, eran también los habituales de sus procesiones, tales como la corona y la ráfaga doradas, así como la media luna a sus pies.
La Virgen de la Anunciación tenía un fajín rojo con borlones dorados, llevaba una cruz, un collar y algunos broches en el pecherín, entre ellos su advocación en letras doradas, y en la mano derecha sujetaba un ramillete de azucenas de orfebrería, mientras que la izquierda la ofrecía a los devotos. Con esa mano, además, sujetaba un rosario de grandes cuentas blancas.
Junto a la Virgen se colocaron dos grandes jarrones de cerámica con diversas flores blancas, así como cuatro blandones dorados con cera del mismo color. Detrás, ante el dosel de cultos de la corporación, de fondo y gotera de terciopelo azul con crestería de madera dorada, y entre seis candeleros también con cirios blancos, se encontraba la bandera concepcionista de la hermandad rodeada de pequeños espejos con artísticos marcos dorados.
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