miércoles, 15 de mayo de 2024

EL DULCE NOMBRE DE JESÚS, EN EL CARTEL DE JUNIO EUCARÍSTICO DE ISABEL SOLA


Isabel Sola, cartelista de la Semana Santa de Sevilla 2007, así como de otros carteles como los de las coronaciones canónicas de la Virgen de Regla y la Virgen de la Paz, es la autora del cartel de Junio Eucarístico 2024, que el lunes era presentado en la Capilla de Santa María de Jesús, adjunta a la propia sede del Consejo de Hermandades y Cofradías.
Se trata de una obra pintada sobre tabla con tintas acrílicas de aerografía, pintura acrílica, acuarela, pasta de modelado y resina epoxi. En cuanto al contenido en sí de la obra, lo ha explicado el propio Consejo en su web:

"El significado del cartel está especialmente unido a la importancia de la labor de las hermandades sacramentales llevando la Sagrada Comunión a los enfermos e impedidos, y orando por esas personas que, en bastantes ocasiones, en nuestra sociedad actual se encuentran solas y necesitan atención. De forma paralela simboliza el acercamiento de Jesús y su entrega, poniendo el preciado regalo de su amor en nuestras manos, a través de la representación de la imagen del Niño Jesús, tan presente en las procesiones eucarísticas (iconografía que vincula el nacimiento y muerte de Cristo, representando su misión salvadora). Dicha imagen, de Jerónimo Hernández (titular de la Hermandad de la Quinta Angustia y presente en la procesión eucarística de la Parroquia de la Magdalena), de gesto dulce y mirada baja, humilde e interior, bendice las manos que lo acogen envolviendo a ese Jesús que, con la fragilidad de un niño, ofrece su vida con humildad y pone de manifiesto, a través de la Eucaristía, el valor de la entrega y el amor al prójimo, haciéndose siervo de sus discípulos.
Como dos elementos simbólicos relacionados, las flores de orfebrería de la custodia de la Santa Espina, que evocan la corona que representa el sacrificio de Jesús, que hará florecer su amor, y la corona de ángeles, realizada en bajorrelieve, inspirada en el ostensorio de la Hermandad de San Pedro, cuyo pie ha sido transformado, eligiendo la imagen de la Giralda, que sustenta la Fe. Una corona que representa también ese sacrificio no sangriento que implica toda aquella acción que se realiza por amor a los demás, que envuelve la luz espiritual de Sevilla, iluminando a quienes reciben con fe el sacramento de la Eucaristía.
El cielo se tiñe del color rojo unido simbólicamente al Corpus Christi, junto con tonos anaranjados y dorados que complementan los azules de la zona inferior, que simbolizan la presencia de Dios y establecen la conexión entre el cielo y la tierra. El color blanco se ha reservado para la tipografía y la representación de la Sagrada Forma.
La obra original del cartel posee un acabado en resina que le da un aspecto cerámico que evoca los azulejos, algunos de ellos sacramentales, que en Sevilla en múltiples ocasiones han recordado momentos relevantes a lo largo del tiempo, dejando testimonio de la historia de la ciudad y sobre todo del latir de sus sentimientos, espiritualidad y leyendas".

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