martes, 22 de abril de 2025

SÁBADO DE PASIÓN 2025: PADRE PÍO


Tras un Viernes de Dolores de calma meteorológica, el Sábado de Pasión la lluvia mandó un aviso. Y es que en este 2025 también se iba a hacer notar. En menor medida que en 2024, porque superarse era imposible, pero ahí iba a estar de vez en cuando para intranquilidad de los cofrades.
El estropicio de este sábado no fue grave. Tan sólo se retrasaron algunas salidas. Es lo que le ocurrió a la primera cofradía de la jornada, la de Padre Pío, que tuvo que posponer su salida hasta las cuatro y diez, una hora después de lo previsto. Y bien que hizo, porque en ese tiempo de espera llovió sobre el barrio. No con mucha intensidad, pero la cofradía se habría mojado.
Así las cosas, cuando el riesgo pasó, la cofradía se puso en la calle y con rapidez abandonaron la Parroquia del Buen Pastor y San Juan de la Cruz los dos tramos de nazarenos que componen el cortejo del Señor de la Salud y Clemencia. Fue precisamente en su paso donde encontramos los principales estrenos de la cofradía. Empezando, claro está, por el propio paso, que ha salido concluido en su fase de carpintería y que irá siendo tallado en años sucesivos. El responsable del diseño es José Antonio García Flores, que optó por el barnizado para su acabado, en lugar de dorado. Los candelabros de guardabrisas no eran los definitivos, dado que iluminaban al Señor en este Sábado de Pasión los del paso de la Virgen del Dulce Nombre de La Salle.
Por otro lado, eran novedad también la túnica del Nazareno que tallara Fernando Murciano en terciopelo color buganvilla, el cíngulo de hilo de oro, la camisa y un broche en plata bañada en oro realizado por Marcos Escobar Núñez.
Las medidas de la puerta de la parroquia obligan a los costaleros a sacar los pasos de rodillas. Poco a poco el paso del Señor superó la dificultad y la Agrupación Musical Lágrimas de Dolores, de San Fernando, que por segundo año iba tras él, tocó el Himno Nacional. A continuación, interpretó la marcha "Lágrimas de Estrella" mientras el paso bajaba hasta el exterior del recinto parroquial.
Llevaba el Señor de la Salud y Clemencia un exorno floral compuesto de lirios, eryngium, allium, estátice, solidago, eucalipto y lentisco. Ya en la calle se detuvo para que un hermano subiera a colocar las dos partes de la cruz que es necesario retirar para realizar la salida. Y posteriormente, el paso afrontó su largo itinerario mientras los músicos encadenaban las marchas "Salud eterna" y "Nuestro Padre Jesús de la Victoria". 
Hubo luego una chicotá a los sones de "Virgen del Carmen", a cuyo término el paso continuó andando a tambor, como hizo luego en la siguiente chicotá que lo acercó al puente de la SE-30. Había que recuperar la hora perdida por la lluvia.










































Poco después tenía lugar la salida, no menos complicada, del paso de palio de la Santísima Virgen de la Divina Gracia, que igualmente presentaba algunos estrenos. Así, llevaba un broche con pedrería de circonitas y perlas, rosa de coral, una gargantilla de oro blanco, un anillo de plata de ley, un tul de seda y un pañuelo de encaje de Bruselas del siglo XIX.
Sonó el Himno a cargo de la Banda de Música Virgen de las Angustias de Sanlúcar la Mayor cuando el palio superó el dintel de la puerta, y luego se elevó y quedó detenido para que se colocaran los zancos. A continuación, emprendió la bajada de la rampa hasta la calle mientras sonaba la marcha "Madre de la Divina Gracia". Pudo contemplarse entonces el completo exorno floral, en el que veíamos rosas, frecsias, lisiantum, allium, alhelíes, claveles, flor de manzanilla, eryngium, pittosporum, limonium, eucalipto, lentisco y flor de algodón. O lo que es casi lo mismo: flores, en general, blancas.
La primera levantá en la calle la quiso dedicar el capataz a los vecinos del barrio. Luego, el paso se levantó con fuerza y la Virgen de la Divina Gracia empezó a seguir los pasos de su hijo a los sones de "La Virgen de Sevilla", composición a la seguiría luego "La Estrella Sublime", marcha que ha cumplido un siglo esta Semana Santa.
Lejos quedaba la Parroquia de los Dolores del Cerro, donde la Hermandad de Padre Pío hace estación de penitencia, y la vuelta a casa, que en el caso de la dolorosa se produjo pasados siete minutos de la una y media de la madrugada. Pese al retraso en la salida, la cofradía recuperó el tiempo y cumplió casi escrupulosamente su horario previsto de entrada.





































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