martes, 22 de abril de 2025

VIERNES DE DOLORES 2025: PASIÓN Y MUERTE


La Hermandad de Pasión y Muerte es la encargada cada año de abrir la Semana Santa de Triana; una corporación de negro absolutamente diferente al resto de cofradías trianeras que en los días siguientes salen a sus calles. También lo hizo el pasado Viernes de Dolores, cuando desde la Parroquia de San Juan Bosco se puso en camino a las ocho de la tarde.
En esta ocasión, los estrenos de la estación de penitencia no estaban en el paso, sino delante, en el pertiguero, que llevaba un nuevo medallón obra de Orfebrería San Juan, diseñado por Víctor Castro Sánchez y donado por una familia de la hermandad. Y además, el pertiguero también lucía una gola y unos puños de encaje confeccionados por María Auxiliadora Torres Gil.
El Santísimo Cristo de Pasión y Muerte, con su paso adornado con diversas especies florales de color morado, hizo estación de penitencia un año más en la Parroquia de Santa Ana, la que muchos llaman la 'catedral' trianera, que para esta corporación lo es aún más. La Capilla Musical Gólgota puso sus sones al crucificado de José Antonio Navarro Arteaga, imaginero al que se pudo ver acompañando a su Cristo en las últimas calles del itinerario.
Por San Jacinto regresaba la cofradía a la que por cuarto año ha sido su sede procesional, el templo de los salesianos de Triana, que la recibió con las campanas tocando a duelo. Así, poco a poco, el crucificado fue acercándose a la parroquia a las órdenes de Manuel Vizcaya, hasta subir la rampa y poner el punto final a esta estación de penitencia que al día siguiente tuvo el epílogo definitivo, con el traslado del Cristo a su casa, la Parroquia del Buen Aire.


































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