lunes, 28 de marzo de 2016

BESAPIÉ AL CACHORRO EN EL DOMINGO DE RESURRECCIÓN


La Basílica del Santísimo Cristo de la Expiración acogió ayer el tradicional besapié del Domingo de Resurrección al Cachorro. Una larguísima fila de personas que por momentos rodeaba la manzana en la que se encuentra el templo demostraba la intensa devoción que la imagen de Francisco Antonio Gijón concita. Pese al cansancio acumulado después toda una semana de cofradías en la calle, los cofrades y devotos guardaban cola para depositar un beso en los pies del crucificado expirante de Triana.
Ante el presbiterio del templo, y entre dos de los ciriales que anteceden a su paso en su estación de penitencia, el Cachorro estaba tumbado entre grandes centros de lirios morados y claveles rojos de tono oscuro en la base de la cruz. Además, una tela roja cubría los elementos que sostenían los brazos del crucificado.
No hacía falta más en el montaje de este besapié, durante el que se repartieron los claveles que adornaron el monte del paso entre los que acudieron a mostrar sus respetos al Santísimo Cristo de la Expiración.

















Y frente al Cristo de la Expiración, la Virgen del Patrocinio, aún desde su paso de palio, contemplaba el besapié entre cirios gastados tras la estación de penitencia del Viernes Santo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario