Durante esta semana se está celebrando en la Parroquia de Nuestra Señora del Buen Aire el quinario en honor al Santísimo Cristo de Pasión y Muerte. Cada tarde, finalizada la eucaristía, el crucificado de Navarro Arteaga permanece expuesto en besapié en el mismo lugar desde el que preside sus cultos, en el lado derecho del presbiterio.
El Cristo de Pasión y Muerte se presenta a los devotos tumbado, entre los faroles que acompañan a la cruz de guía de la hermandad cada Viernes de Dolores en su estación de penitencia. Además, está flanqueado por cuatro guardabrisones con cera de color tiniebla y dos jarras plateadas con claveles rojos y estátice o siemprevivas de color morado claro.
Esas mismas flores pueden verse a los pies de la cruz, mientras que bajo ésta, en el suelo, hay un sudario con una corona de espinas y el 'titulus' con el INRI.
Hay que destacar, además, que también se da a besar a los fieles durante el quinario y en la función del próximo domingo la reliquia de San Diego cedida por la hermandad de dicho santo de San Nicolás del Puerto, que irá a los pies del Cristo de Pasión y Muerte en su paso en la próxima estación de penitencia.
La Virgen del Desconsuelo y Visitación, por su parte, se encuentra durante estos cultos vestida de negro ante el altar que habitualmente ocupa el crucificado, sustituido estos días por una cruz y un sudario.
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