miércoles, 9 de octubre de 2024

EL ROSARIO DE SAN JOSÉ OBRERO CON NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES


La Hermandad de San José Obrero salió en la mañana del pasado domingo con la imagen de Nuestra Señora de los Dolores para el rezo del Santo Rosario por las calles del barrio; un culto que comenzó a las nueve menos cuarto de la mañana, cuando salió de la parroquia el cortejo, encabezado por la cruz alzada entre ciriales, a la que seguían diversas parejas de hermanos con cirios blancos y el estandarte corporativo. Finalmente, antes de las andas iba el cuerpo de acólitos con los cuatro ciriales que el Sábado de Pasión van delante del paso de Nuestro Padre Jesús de la Caridad.




Para este rosario, la Virgen de los Dolores estaba vestida con un manto liso de terciopelo verde y una saya color burdeos con bordados en oro, además de la toca de sobremanto de malla bordada en oro y plata por Antonio Ugía estrenada este mismo año.
Las andas sobre las que fue conducida la dolorosa de Luis Álvarez Duarte contaba con seis candeleros del paso de palio con cera blanca, tres a cada lado, y con un exorno floral compuesto de rosas y paniculata. Asimismo, hay que señalar que la Virgen se encontraba elevada sobre una peana de madera dorada y policromada.
El primer misterio glorioso del Santo Rosario se rezó en cuanto la Virgen de los Dolores salió de la parroquia, cuya puerta estaba adornada en sus laterales con unos dibujos del corazón atravesado por los siete puñales a la izquierda y el anagrama mariano a la derecha; ambos con unos artísticos marcos de madera dorada.
El Coro de Campanilleros de San José Obrero acompañó a la dolorosa durante su recorrido, que llevó a la Virgen desde la calle Argantonio a Iriarte y Nicasio Gallego, para luego continuar por Imaginero Luis Álvarez Duarte, Argantonio y Antonio Filpo Rojas. El objetivo era la residencia de ancianos de la Fundación Girón, en la Carretera de Carmona, a la que llegó por la calle San Juan Bosco y donde tuvo lugar una misa en compañía de los residentes.




















































Después se produjo el regreso hasta la parroquia, recorriendo varias calles cercanas al templo, algunas de las cuales estaban adornadas para las ocasión. La entrada se produjo pasadas las doce del mediodía, momento en que concluyó este rosario con la Virgen de los Dolores de San José Obrero.

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