martes, 15 de octubre de 2024

ESTUDIANTES. 100 AÑOS DE HERMANDAD


La sede del Real Círculo de Labradores de Sevilla en la calle Pedro Caravaca acogió hasta el pasado sábado la exposición "Estudiantes. 100 años de hermandad", una muestra conmemorativa del centenario de la hermandad universitaria.
Repasamos el amplio contenido de la exposición, en la que recibía al visitante un pequeño texto titulado "Una mirada atrás":

"Corría el año 1619 cuando el padre Pedro de Urteaga fue nombrado prepósito de la casa profesa de la Compañía de Jesús, encargando a un joven imaginero cordobés afincado en Sevilla, Juan de Mesa y Velasco, la imagen de un Cristo crucificado y muerto.
El 8 de septiembre de 1620, de un trozo de madera de cedro emerge la imagen serena y dulce de Cristo muerto en la cruz, manifestando el silencio y abandono inapelables de la muerte".

La primera pieza expuesta era la antigua cruz del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, la que probablemente fuera la original de Juan de Mesa y la que tenía el crucificado en el momento de la fundación de la hermandad en 1924. Fue sustituida en 1938 por una cruz de madera de ciprés donada por el Ayuntamiento, y en 1994 por la actual, obra de Manuel Guzmán Bejarano.
Junto a la cruz estaba una imagen de la Virgen propiedad de la Universidad de Sevilla de autor desconocido, aunque con un gran parecido con las obras de Ignacio López, que estaba en los primeros años acompañando al Cristo en su altar de cultos, y una imagen de San Juan Evangelista (no la primera que estaba con la Virgen anterior) realizada por Antonio Bidón y que durante pocos años perteneció a la corporación, ya que el 11 de septiembre de 1944 fue vendida a la Vera-Cruz de Olivares por 1.350 pesetas.









Al lado veíamos una foto del interior de la Iglesia de la Anunciación, tomada probablemente hacia 1885, con el crucificado y las imágenes de la Virgen y San Juan mencionadas.


A lo largo de la exposición se distribuían las fotos de los distintos hermanos mayores de la corporación, situándose en este punto la de Juan Manuel Contreras Ayala, que lo fue entre 1991 y 1995, y durante cuyo mandato el Cristo fue restaurado por los hermanos Cruz Solís.


Y más fotos se situaban en esta primera parte de la exposición: el Cristo en su altar el 5 de agosto de 1910; un retrato del crucificado tomado por González Nandín el 24 de abril de 1924; el documento hallado en el interior de la cabeza de la imagen cuando se le desprendió en los años 80 durante un vía crucis ("Ego, Joanes de Mesa, feci, A.D. de 1620"); y otros documentos adheridos en el interior del torso de la imagen.






Asimismo, se exponía la escritura de concierto del crucificado celebrada entre el padre Urteaga y Juan de Mesa ante el escribano Gaspar de León el 13 de marzo de 1620. Se conserva en el Archivo de Protocolos Notariales de Sevilla.


Leíamos a continuación un texto titulado "La fundación de la hermandad":

"El 17 de noviembre de 1924, presididos por la imagen del Santísimo Cristo y en presencia del arzobispo Dr. D. Eustaquio Ilundain y Esteban, se dio lectura al decreto de aprobación de las Reglas de la nueva hermandad, jurando sobre los Evangelios el vicerrector D. José Mariano Mota Salado, en nombre del claustro universitario, haciendo lo propio el secretario, D. Luis Palomo Rodríguez, en representación de todos los demás hermanos".

Al lado había una foto de aquel día y la portada del diario ABC de Madrid del 20 de noviembre de 1924 dando cuenta de la fundación de la hermandad.



Seguíamos el recorrido con la concesión de distintos títulos a la hermandad por el Papa Pío XI.


Nos deteníamos luego en las fotos de Feliciano Candau Pizarro, primer hermano mayor (1924-1927), y de José Mariano Mota Salado, primer teniente de hermano mayor.



En una vitrina se exponían distintos documentos: la convocatoria a los hermanos colocada en la puerta de la Iglesia de la Anunciación para el cabildo general extraordinario que iba a dar cuenta de la aprobación de las Reglas de la hermandad; el acta de dicho cabildo de fundación; el escrito del rector de la Universidad, Estanislao del Campo, comunicando el cierre de la Anunciación y la suspensión del culto con fecha 30 de abril de 1932; el escrito del Cardenal Ilundain comunicando la vuelta al culto del templo el 19 de febrero de 1935; y el acta del cabildo general del 7 de febrero de 1950 en el que se acordó el cambio de sede a la capilla de la Universidad en la calle San Fernando.






"Los años difíciles" era el título del siguiente texto:

"En la década de los años treinta, la hermandad no permaneció al margen de los graves y tristes acontecimientos vividos en la ciudad después de la proclamación de la Segunda República. El cierre de la Iglesia de la Anunciación durante tres años (1932-1935), con las imágenes titulares en su interior, provocó momentos de amargo recuerdo".

Veíamos ahora el retrato de Ángel Camacho Baños, hermano mayor durante los años 1934-1938 y 1946-1954. Durante sus mandatos se reabrió al culto la Anunciación y se aprobó el traslado a la calle San Fernando.


Otra foto interesante es una tomada en la primera salida procesional tras la reapertura al culto de la Anunciación, en 1935. Aquel año se estrenaron los Evangelistas de las esquinas del paso del crucificado, obra de Antonio Bidón. Uno de ellos, San Juan, se exponía junto a la foto.



"El cambio de sede":

"En la noche del sábado 26 de noviembre de 1966, la hermandad iba a cerrar la página de su historia en la Iglesia de la Anunciación, donde había sido fundada hacía cuarenta y dos años, iniciando un nuevo período en la nueva sede de la Universidad de la calle San Fernando".

El hermano mayor era José Carlos Ramos Rubau (1963-1971) cuando se realizó el traslado a la calle San Fernando.


Se mostraban aquí varias fotos de aquel traslado del 26 de noviembre de 1966.




Desde que se aprobó el traslado hasta que éste se produjo dieciséis años después, hubo varias modificaciones en el proyecto arquitectónico, como se pudo ver en los diseños expuestos.




En otra vitrina había más documentos históricos: el contrato suscrito y firmado con Antonio Bidón para la entrega de una dolorosa; otro relativo a la adquisición de la actual dolorosa, procedente de la Parroquia de San Isidoro; la partitura de la marcha "Cristo de la Buena Muerte" (1974), de José Albero; el acta de nombramiento de Joaquín Castilla, diseñador del paso de palio, y del orfebre Emilio García Armenta como hermanos de honor el 5 de marzo de 1946; y el documento de cesión de la imagen del Cristo a la hermandad por parte del ministro de Educación y comunicada a la corporación por el rector de la Universidad (1924).




Son varias las personas e instituciones que han recibido a lo largo de los años el reconocimiento de la hermandad nombrándolos hermanos honorarios. Es el caso de D. Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Orleáns; el arzobispo Dr. D. Eustaquio Ilundain; Luis Ortiz Muñoz, director general de Enseñanza Media en el Ministerio de Educación; y el Cabildo Catedralicio.






Junto a la reproducción del título de hermano mayor honorario de Luis Ortiz Muñoz se mostraban diseños originales de Joaquín Castilla para el paso de palio de la Virgen de la Angustia.



Por otro lado, a lo largo de su historia se han entregado cinco medallas de oro: a José Hernández Díaz (1965), a José Ramos Rubau (1971), a Ricardo Mena-Bernal Romero (1982), a la Virgen de la Esperanza Macarena (1966) y a la Virgen de las Mercedes de Santa Genoveva (2006).





A continuación, veíamos las fotografías de los ya mencionados Emilio García Armenta y Joaquín Castilla Romero, hermanos honorarios de la Hermandad de los Estudiantes.



"Los hermanos costaleros":

"El Martes Santo 17 de abril de 1973 la hermandad iba a protagonizar una de las páginas más importantes de su propia historia y de la historia de las cofradías de Sevilla: la llegada de los hermanos costaleros a la Semana Santa de Sevilla".

Efectivamente, aquel día el paso del Santísimo Cristo de la Buena Muerte se convirtió en el primero de Sevilla en ser llevado por hermanos costaleros. De aquel día se exponían diversas fotografías, recortes de prensa y un azulejo que conmemora la hazaña y que se encuentra en la sala capitular de la hermandad desde 1981. Además, veíamos las fotos de quien era hermano mayor entonces, Ricardo Mena-Bernal Romero (1971-1982), y de quien le sustituyó en el cargo, Javier Molina Orta (1982-1983), teniente de hermano mayor en la junta de gobierno anterior.






A continuación, se exponía el certificado de concesión de la Medalla de la Universidad de Sevilla a la hermandad con fecha 18 de junio de 2009, la foto de Antonio Piñero Piñero, hermano mayor en aquel momento (2008-2016), y una del acto de la entrega de la medalla, con Piñero junto a otros hermanos mayores anteriores.




La Hermandad de los Estudiantes está hermanada con el Cabildo Catedral, con la Hermandad de Santa Genoveva y con la Hermandad de la Macarena. En cuanto al primero, el hermanamiento se formalizó el Martes Santo de 1979, al paso de la cofradía por la Catedral.



En lo que se refiere al hermanamiento con Santa Genoveva, se firmó el 16 de septiembre de 2006 en la avenida de los Teatinos ante el paso de palio de la Virgen de las Mercedes y en presencia del entonces arzobispo, Carlos Amigo Vallejo. Aquel día, la dolorosa del Tiro de Línea realizó una salida extraordinaria por el L aniversario de su hermandad (ver). Antonio Gutiérrez de la Peña, hermano mayor entre los años 2000 y 2008, fue el encargado de firmar dicho hermanamiento.




Por su parte, el hermanamiento con la Hermandad de la Macarena se firmó en 1999, dentro de los actos del LXXV aniversario de la cofradía universitaria, en la Iglesia de la Anunciación, donde ambas corporaciones coincidieron entre 1936 y 1942. Se exponían el título de hermanamiento; el de la concesión de la Medalla de Oro de la Macarena a los Estudiantes; una foto de la Esperanza Macarena ante el cajón donde fue escondida en la calle Orfila durante la guerra y del que salió para irse a la Anunciación; la foto de Juan Antonio Galbis Pérez, hermano mayor entre 1995 y 2000; un lienzo de la Macarena pintado por Chiappi y bendecido el Martes Santo de 1954, hoy situado en la sala capitular de los Estudiantes; y una foto de la mañana del Viernes Santo de 1928, la primera vez que la Hermandad de los Estudiantes recibió a la Macarena a su paso por la Anunciación.







La siguiente parte de la exposición está dedicada al Pregón Universitario:

"Nacido en 1973, el Pregón Universitario fue el medio empleado por la hermandad para dar a conocer en el ámbito de la Universidad la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, constituyendo desde entonces y hasta nuestros días un momento especial de cada Cuaresma sevillana".

Sobre el pregón se mostraban dos cuadros con la relación de los pregoneros universitarios de 1973 a 1996 y de 1997 a 2013; varias fotos de diversas ediciones; un retrato de Juan Moya Sanabria, pregonero universitario en 1976 y hermano mayor entre 1983 y 1991, además de pregonero de la Semana Santa de Sevilla en 1989; y los carteles anunciadores de los pregones de 1989, 1994 y 2007, pintados por Daniel Bilbao, Ricardo Suárez y Chema Rodríguez, respectivamente.








El siguiente tramo de la muestra se titulaba "La forja de un trono", sobre la creación del paso de palio:

"La llegada de la Santísima Virgen a la hermandad iba a poner en marcha uno de los proyectos más ambiciosos emprendidos por la misma en toda su historia, la realización de un paso de palio, concebido como un trono de sabiduría en el que se entronizaría a Santa María de la Angustia".

Se podían ver los retratos de los hermanos mayores Joaquín Ruiz del Portal Rosillo (1942-1946), en cuyo mandato se aprobó el proyecto del paso de palio de Joaquín Castilla, y Francisco Collantes de Terán Delorme (1954-1959), que contrató la ejecución del techo de palio, estrenado el Martes Santo de 1958. Y junto a ellos, el retrato de Salvador Diánez Leal (1959-1963), en cuyo mandato se contrataron y ejecutaron las jarras del paso.




Del paso de palio se mostraban varias piezas, como la escena del Calvario que se sitúa en el centro del respiradero frontal (1948) y una jarra de entrevaral (1963), ambas piezas de plata de ley realizadas por Emilio García Armenta, así como el techo del palio, diseñado por Joaquín Castilla y bordado por el taller de Esperanza Elena Caro (1958). Asimismo, se exponía el dibujo original del diseño de una jarra, pintado a lápiz y acuarela por Castilla.









En este punto de la muestra se mostraban también diversas fotografías relativas a distintos momentos del bordado del paso de palio, tanto de las caídas por parte del taller de Esperanza Elena Caro, como del manto, del taller Santa Bárbara, estrenado en 2005.







El siguiente apartado se refería a "Las imágenes de la Virgen".

"La advocación de María Santísima de la Angustia aparece en el título fundacional de la hermandad, por lo que desde ese primer momento se sintió entre los hermanos la necesidad de contar con una imagen de la Santísima Virgen que viniera a cubrir el hueco existente".

Veíamos en primer lugar el retrato de Ignacio de Casso Romero, que fue hermano mayor entre 1927 y 1934. Durante su mandato se bendijo la imagen de la Virgen que realizó el escultor Antonio Bidón.


Dicha imagen es la que se encontraba fotografiada al lado. Fue en 1930 cuando se firmó el contrato, mediante el que Bidón se obligaba a entregar de forma gratuita una dolorosa a la hermandad.


Poco después se iniciarían las gestiones para adquirir la imagen de la Virgen que se encontraba en la Parroquia de San Isidoro, una dolorosa de Juan de Astorga que es la actual titular de la hermandad. Las gestiones fueron culminadas por Tomás de Aquino García, hermano mayor entre 1938 y 1942.


Y así es como llegó a la Hermandad de los Estudiantes la actual Virgen de la Angustia, tal y como se explicaba en un pequeño texto:

"A principios del año 1942 comienzan a hacerse gestiones con el cura párroco de San Isidoro para la adquisición de una dolorosa que había pertenecido a la hermandad extinguida del Despedimiento de Cristo bajo la advocación del Dulce Nombre. El primero de octubre del mismo año se concretaría la entrega, siendo trasladada a la Iglesia de la Anunciación, donde sería bendecida el 22 de noviembre siguiente por el cardenal D. Pedro Segura".



Antes de todo ello, en 1925 se intentó conseguir la adquisición de una dolorosa atribuida a Martínez Montañés perteneciente a la Hermandad de la Quinta Angustia y que actualmente es conocida como Virgen de la Encarnación. No llegaron a buen puerto las negociaciones y esta imagen, de la que sólo se conservan la cabeza y las manos, sigue en las dependencias de la cofradía del Jueves Santo; en concreto, en la sacristía de la Capilla del Dulce Nombre de Jesús, en la Parroquia de la Magdalena.



Continuamos el repaso con una pequeña vitrina en la que se podían ver unas antiguas potencias y corona de espinas del Cristo de la Buena Muerte, la medalla de oro de la hermandad otorgada a Ricardo Mena-Bernal Romero, y las medallas de oro de la Macarena, de Santa Genoveva y de la Universidad de Sevilla.






La acción social de la hermandad tenía también su hueco en la exposición a través de distintas fotografías. Un texto lo comentaba:

"La acción social de la hermandad está desarrollada fundamentalmente desde el año 2012 en el denominado Programa Estudiantes, bajo el patrocinio de empresas colaboradoras y de la propia hermandad, dirigido a paliar las necesidades económicas de muchos universitarios.
Pero la labor social de la hermandad en algunas ocasiones ha traspasado las fronteras, como ocurrió con la construcción de un colegio en Perú y, en colaboración con las hermandades de Santa Genoveva, el Gran Poder y la Paz, con la de una iglesia en la India, donde una réplica del crucificado de la Buena Muerte, tallado allí mismo, la preside".


Justo enfrente de la zona dedicada a la labor social había un amplio panel fotográfico con numerosas escenas relacionadas con la hermandad en sus distintas etapas durante el último siglo.


Nos centramos ahora en el Cristo de la Buena Muerte, del que veíamos el cartel pintado al óleo sobre tabla en 2020 por Daniel Bilbao para conmemorar el cuarto centenario de la imagen, y una foto con un primer plano de la portentosa imagen.



Y hemos dejado para el final el que muchos consideran el plato fuerte de la exposición, que terminaba mostrando el avance del que será el nuevo paso procesional del crucificado. En concreto, se exponía el frontal del paso, junto a dos de los hachones y el faldón delantero, ya conocidos y estrenados.
El diseño y los dibujos originales se deben a Antonio Gutiérrez de la Peña; los dibujos enviados al taller fueron de José Manuel Ramos; la orfebrería ha sido labrada por los hermanos Pedro y José Manuel Ramos; la carpintería y la talla ha sido cosa de Óscar Caballero; la talla del canasto es de Manuel Téllez y la de los respiraderos de Miguel Ángel Domínguez; la escena central de la Anunciación es de Guillermo Martínez Salazar, profesor del departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes; y los faldones fueron bordados por el taller de Santa Bárbara.










Con este adelanto del nuevo paso del Cristo de la Buena Muerte concluía la exposición dedicada al centenario de la Hermandad de los Estudiantes; un paso del que muchos dicen que mejora lo que había (otros consideran que no), pero que tampoco parece haber generado una respuesta verdaderamente entusiasta. 
Faltará verlo en la calle, pero cabe recordar que el proyecto tampoco obtuvo una respuesta masiva a su favor por parte de los hermanos, dado que en el cabildo en que se aprobó, el nuevo diseño no llegó al sesenta por ciento de apoyo de los cofrades asistentes (ver). Habrá que esperar para contemplar cómo queda esta tan ansiada modificación del paso del crucificado de los Estudiantes.

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