La Hermandad del Cerro celebra durante esta semana el quinario al Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono, que preside el altar desde el presbiterio de la Parroquia de los Dolores. Se encuentra ante el dosel de cultos de la hermandad, que oculta el camarín de la Virgen.
El dosel tiene una gotera de terciopelo burdeos con bordados en oro y crestería de madera tallada, dorada y policromada, así como tela de damasco rojo detrás del crucificado, que se eleva sobre un llamativo monte que simula piedras del monte Calvario, y hojarasca enredada en ellas.
El Cristo del Desamparo y Abandono está flanqueado por dos de los candelabros de las esquinas de su paso, mientras que los candelabros que figuran en los costeros se encuentran delante de los primeros. El paño frontal de los respiraderos del paso de palio de esta hermandad del Martes Santo supone la base de la estructura sobre la que se alza el crucificado, y el exorno floral se compone de un ancho friso de variadas especies, como lirios morados, rosas malvas y claveles de color púrpura.
A los lados del altar están ubicadas las imágenes de Nuestra Señora de los Dolores y San Juan Evangelista. La dolorosa viste manto azul de camarín, saya burdeos y la corona procesional, mientras que San Juan lleva túnica verde lisa, mantolín rojo con bordados en oro y nimbo plateado. Cada uno de ellos tiene ante sí dos de los faroles que forman parte del paso de misterio de la hermandad y un centro con las mismas flores antes descritas, a las que se añaden antirrhinum.
Tras el quinario, que se celebrará hasta el sábado, tendrá lugar la función solemne el domingo a las doce del mediodía. Los cultos al Cristo del Desamparo y Abandono concluirán con el vía crucis el viernes 3 de marzo, y el besapié los días 4 y 5.
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