lunes, 28 de mayo de 2018
LA ANUNCIACIÓN DE JUAN XXIII RECORRIÓ SU BARRIADA SIN OLVIDAR SUS ORÍGENES
Nuestra Señora de la Anunciación recorrió el sábado las calles de la barriada de Juan XXIII en una salida durante la que la Virgen, acompañada del arcángel San Gabriel, visitó numerosas calles aledañas a la parroquia, incluyendo el edificio donde la hermandad tiene su origen; visita que supone uno de los momentos más destacados de esta salida procesional.
A las siete y cuarto de la tarde comenzó la procesión de la Anunciación de Juan XXIII, que encabezaban tres acólitos portando la cruz alzada entre ciriales. Seguían la bandera concepcionista, el libro de reglas, algunos niños que acaban de hacer la Primera Comunión, el guión sacramental, las representaciones con estandarte de las hermandades de la Candelaria Madre de Dios, el Carmen de San Leandro y el Carmen de San Gil, el propio estandarte de la Hermandad de la Anunciación, la presidencia, donde estaba también representada por su hermano mayor la Hermandad del Carmen de Calatrava, y el cuerpo de acólitos, con cuatro ciriales, todos ellos vestidos con dalmáticas celestes.
La barriada de Juan XXIII está llena de núcleos urbanísticos de viviendas unifamiliares dispuestas en calles a veces casi laberínticas. Por varios de ellos pasa en su salida procesional la Virgen de la Anunciación para recorrer así el mayor número posible de rincones del barrio y de vecinos. Así, tras salir a la Avenida de Las Leandras, el pequeño paso, guiado por el capataz Juan Manuel Martín Vasallo, accedió a uno de esos núcleos antes de salir a un tramo de la Avenida de la Montería y alcanzar el segundo núcleo de su recorrido.
La Banda de Música Amueci, de Écija, acompañó un año más a la Anunciación, interpretando en el final de Montería la marcha "Coronación" y haciendo sonar a continuación "Reina de la O" en su llegada a ese segundo núcleo urbanístico.
Rosas, astromelias y paniculata adornaban el paso de la Virgen de la Anunciación, que en esta ocasión combinaba su manto de salida de color burdeos con la saya azul, ambas prendas de terciopelo bordado en oro. Asimismo, la imagen del siglo XVIII atribuida al círculo de Duque Cornejo llevaba varios broches, entre ellos uno con su advocación, además de sujetar su característico libro, un rosario y una medalla con sus manos. El arcángel San Gabriel, por su parte, vestía de blanco y sostenía tres azucenas de orfebrería en su mano derecha.
Por este segundo núcleo urbanístico también sonó "Virgen de la Paz", al término de la cual una vecina entregó un ramo de flores que fue colocado en el paso. Después fue el turno de la marcha "Como tú ninguna".
Tras esquivar algunos árboles cercanos a las viviendas y los pivotes de la acera, el paso de la Virgen de la Anunciación salió a la Avenida de la Calesera mientras la banda Amueci tocaba "Rocío", marcha a la que siguió, tras un relevo de costaleros y el encendido de parte de los candelabros, "Virgen de las Aguas", que sonó mientras el paso dejaba atrás la Calesera y tomaba un tramo distinto de Montería del que había recorrido antes.
Desde Montería, el paso giró a su izquierda a la calle de Los Claveles con "Nuestra Señora de Guadalupe". En esta esquina se despidieron las representaciones del Carmen de San Gil y el Carmen de Calatrava. Era un momento esperado de la procesión, cuando la Virgen de la Anunciación se reencontró con su propia historia. Y es que en esa misma esquina están los orígenes de la hermandad, ya que en el bloque de viviendas del antiguo número 31 residió la Virgen antes de pasar a la Parroquia de Juan XXIII.
En concreto, era propiedad de Rafael Castejón Díaz, padre del imaginero Fernando Castejón, quien talló al arcángel San Gabriel. Tras algunas dificultades iniciales, la Virgen acabó recibiendo culto en la parroquia en diciembre de 1973, fundándose su hermandad en febrero de 1975.
En la cancela de entrada al edificio de viviendas se colocaron algunas bengalas y carteles anunciadores de la salida. Además, varias mujeres devotas y hermanas de la corporación la recibieron en este punto. El paso incluso llegó a subirse en la propia acera de esta parte de la calle. El hermano mayor, Manuel Vales Palma, pidió en este punto a la Virgen por la salud de todos los presentes y tuvo un recuerdo para los que ya no están.
Con el "Ave María" de Caccini interpretado por la banda Amueci, el paso comenzó a girar sobre sí mismo para bajar de nuevo a la calzada y retomar su recorrido. Una mujer lanzó varios vivas: "¡Viva la Virgen de la Anunciación!" y "¡Viva la Madre de Juan XXIII!". Seguidamente, la banda encadenó el "Ave María" con la marcha "Madrugá Macarena".
Ya en la calzada de la calle de Los Claveles, el paso se detuvo durante algunos minutos. Los músicos prepararon las partituras de la que iba a ser la siguiente marcha, "María Santísima del Subterráneo", pero uno de los capataces se acercó a la banda. Cuando regresó, avisó a sus costaleros: "Escuchad ahora lo que he pedido que toquen para vosotros". Y lo que pidió fue la marcha "Reina de Triana", con la que la cuadrilla se gustó andando en dirección a un nuevo núcleo urbanístico de los que caracterizan al barrio.
Aún discurrió la Virgen de la Anunciación por algunas calles más antes de regresar a la parroquia en torno a las once y media de la noche, tras recorrer la barriada que hizo suya hace algo menos de medio siglo a esta antigua imagen de la Madre de Dios.
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