La Hermandad de Santa Marta ha sido la última en caer víctima de un virus que parece contagiar de tanto en tanto a las cofradías sevillanas: la 'callejitis'. Esto es: pedir al Ayuntamiento la rotulación de una calle con el nombre de alguno de sus titulares, cuando no de varios de ellos, a la razón de titular por calle o calle por titular.
Tal y como cuenta el periodista Pepe Gómez Palas en su cuenta de Twitter, y como puede verse en la web de la propia Hermandad de Santa Marta, la junta de gobierno aprobó el pasado 9 de abril solicitar al Ayuntamiento de Sevilla que una calle de la ciudad sea rotulada con el nombre de la Patrona de la hostelería. Incluso la hermandad aclara que la calle deberá denominarse exactamente así, "Santa Marta".
Y, ¿qué hará el Ayuntamiento de Sevilla ante esta petición? Pues apuesto lo que sea a que la aprobará, que es lo que suele ocurrir, aunque eso suponga eliminar del callejero algún nombre histórico de la ciudad, como pasó con la calle Escuderos, rebautizada como Señor de la Sentencia, o como les pasó a Bernal Vidal y al Padre Coloma, cuyas calles acabaron llamándose respectivamente Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Cristo de la Sed.
Pero no sólo eso, sino que decir que sí a todas las peticiones de este estilo que le llegan al Consistorio hace que el callejero tenga nombres prácticamente dobles, repetidos. Porque, por ejemplo, la mencionada calle Santísimo Cristo de las Tres Caídas se parece demasiado a la de Jesús de las Tres Caídas, lo mismo que ocurre con la calle Cristo de la Salud y la plaza Nuestro Padre Jesús de la Salud, y con la calle Virgen de la Palma y la más reciente Virgen de la Palma Coronada.
Pues bien. Ahora es la Hermandad de Santa Marta la que pretende redoblar la dedicatoria callejera a su santa titular, dado que ya existe en Sevilla una plaza llamada Santa Marta, situada además al ladito mismo de la Catedral. Pero parece que para la junta de gobierno esa Santa Marta es otra y no la suya. O al menos, no se rotuló pensando en la imagen de Sebastián Santos que forma parte del misterio del Traslado al Sepulcro, por lo que esa pequeña plaza, donde ni más ni menos que tuvo su origen la orden de las Hermanas de la Cruz y en la que murió el mismísimo Mateo Vázquez de Leca, no les sirve. Quieren otra calle. A la Santa Marta de la placita no es a la que le tienen devoción.
Y vuelvo a insistir. ¿Qué hará el Ayuntamiento? Pues probablemente acceder a la innecesaria petición con un rótulo que quizá destierre un nombre histórico, que será cambiado por el doblado nombre de Santa Marta y que seguramente estará acompañado de un retablo cerámico y el escudo de la hermandad. Que no falte de 'ná'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario