La Hermandad de los Humeros está celebrando este fin de semana, el primero del mes de mayo, el besamanos a la imagen de Nuestra Señora del Rosario, que se encuentra en el presbiterio alto de la capilla a la que da nombre, sobre una alta peana de madera policromada que tiene una cartela central en la que vemos las cinco llagas de Cristo en la cruz, y sobre otra peana de madera dorada encima de la primera.
La Virgen del Rosario lleva los elementos habituales con los que sale a las calles cada 12 de octubre, con la corona, el cetro, la media luna y el rosario, todo ello de orfebrería dorada. Además, viste un manto de tonalidad celeste y está sentada en su habitual trono de madera dorada y terciopelo rojo.
El retablo principal de la capilla, donde recibe culto la Virgen, está oculto tras un cortinaje de damasco rojo, y ante éste se encuentra el dosel de la hermandad, con una característica crestería dorada de estilo rocalla. Junto al dosel hay dos altas columnas de flores de diferentes especies; flores que también aparecen en distintos puntos de todo el altar: a los pies de la Virgen, en jarras de su paso sobre mesas de madera dorada, en varios centros y sobre las barandillas de color celeste que hay a cada lado del presbiterio.
Asimismo, flanqueando a la Virgen del Rosario hay dos candelabros con cera blanca sobre altas columnas y dos faroles de mano en el suelo. También vemos siete lámparas de araña de cristal colgando desde la parte superior y el estandarte corporativo en el lado izquierdo de todo el conjunto.
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