Madre de Dios de la Palma, de la Hermandad del Cristo de Burgos, estuvo expuesta en besamanos el pasado jueves en la Parroquia de San Pedro, en un culto para el que, como novedad respecto a años anteriores, la dolorosa estuvo situada en la propia capilla que la hermandad ocupa en la nave del Evangelio.
Sobre una peana plateada se elevaba la Virgen de la Palma a la altura de la reja de la capilla, que estaba abierta de par en par y unos cortinajes de damasco rojo cubrían ambas hojas, así como las paredes laterales. La imagen estaba vestida con su manto de salida y con la saya azul de las Hermanas Martín Cruz (1953), ambos bordados en oro. Además, lucía la corona procesional y en el pecherín tenía una cruz pectoral y un broche de oro con forma de palma. Y a la altura del vientre se podía ver la Medalla de la Ciudad de Burgos. La Virgen de la Palma ofrecía la mano derecha a los devotos, mientras que en la izquierda sujetaba un rosario de cuentas blancas.
Junto a la dolorosa había dos columnas de madera dorada con dos jarras del paso de palio. Otras dos estaban en las hornacinas de la Virgen y de San Juan, en el retablo de la hermandad, y dos más sobre columnas más altas en los laterales del montaje, entre parejas de altos blandones dorados con cera blanca. Las jarras contenían flores del mismo color que igualmente estaban en un gran centro ante la imagen sobre una alfombra.
También formaron parte del montaje de este besamanos dos mesas de madera dorada con unos candelabros y jarritas del palio, y doce candeleros ante el Santísimo Cristo de Burgos. Finalmente, los ángeles que están en el retablo junto al crucificado sujetaban unas filacterias blancas en las que se leía "Regina sine labe concepta".
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