La Esperanza de Triana se encuentra desde hoy y hasta el domingo expuesta en solemne veneración apenas mes y medio después de la última vez tras su restauración por Pedro Manzano (ver). Lo hace ahora con motivo de su festividad, para la que se presenta a los devotos vestida con el manto del taller de Caro con diseño de Juan Antonio Borrero (1994), la saya del XXV aniversario de su Coronación Canónica del taller de Santa Bárbara con diseño de Francisco Javier Sánchez de los Reyes (2009) y la toca de sobremanto de las Hermanas Martín Cruz, además del fajín de Don Juan de Borbón.
Sobre la cabeza tiene la corona de oro de su Coronación, de Orfebrería Triana (1984) y en el pecherín lleva el puñal, el ancla y el corazón traspasado por un puñal, todo ello realizado por Fernando Morillo. Asimismo, a la altura del vientre tiene la medalla de nácar y brillantes que en su día le donara el periodista Bobby Deglané, mientras que en la mano izquierda sujeta el salvavidas de oro de Juan Borrero y en la derecha un pañuelo de encaje.
La Esperanza se encuentra en el presbiterio bajo de la Capilla de los Marineros, elevada sobre la peana de besamanos y flanqueada por blandones de plata con cera blanca y jarras de su palio con diversas flores blancas sobre columnas de cerámica vidriada. Más jarras y centro florales se pueden ver en distintos puntos del altar, donde ante el retablo se ha desplegado una gran cantidad de candeleros con cirios blancos.
Para conmemorar el medio siglo que se ha cumplido desde la fusión entre la Hermandad de la Esperanza de Triana y la Sacramental de Santa Ana, preside el camarín del retablo el Niño Jesús de la Sacramental en un templete de madera dorada de la Virgen de Aguas Santas, de Villaverde del Río. Y sobre el banco del retablo están los ángeles mancebos realizados el año pasado por Lourdes Hernández, sosteniendo aquí la bandera concepcionista el de la izquierda y el guión sacramental el de la derecha.
Por último, hay que mencionar al fondo la presencia de dos candelabros sobre columnas de cerámica, y de cinco lámparas de cristal de araña colgando del techo. En las paredes hay otras dos lámparas de diferente tipo; y en el suelo vemos una enorme alfombra que cubre el presbiterio y los escalones de éste.
Por su parte, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas se encuentra en su retablo vestido con una nueva túnica confeccionada por Francisco Carrera Iglesias y donada por el grupo joven de la hermandad. Su diseño reproduce el de una antigua túnica que tenía el Señor en los años treinta del siglo pasado. Está realizada en terciopelo del tipo 'chiffón', que le da a la túnica un aspecto envejecido, y cuenta también con un antiguo galón de pasamanería.
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