sábado, 8 de junio de 2024

LA LANZADA DE JEREZ CELEBRA EN LA CATEDRAL SUS 75 AÑOS DE HISTORIA


La Hermandad de la Lanzada de Jerez cumple 75 años desde su fundación; una celebración que ha tenido su punto culminante en la Catedral, donde este viernes ha habido una misa estacional presidida por el obispo, José Rico Pavés, que ha coincidido además con la festividad del Sagrado Corazón de Jesús.
Para ello, el Santísimo Cristo de la Lanzada fue trasladado en su paso procesional al primer templo de la diócesis en una salida donde prácticamente todo era extraordinario. Para empezar, el paso cambió el rojo habitual de las flores, la cera y los faldones por el color blanco. Además, faltaron la Virgen de Gracia y Esperanza, San Juan Evangelista, Santa María Magdalena y el centurión a caballo. En su lugar, sólo acompañó al crucificado un ángel cedido por la Hermandad de las Aguas de Cádiz.
La corporación del Jueves Santo ha querido así representar la alegoría de la sangre y la cruz que brotaron del costado de Cristo en el momento de la lanzada, añadiendo en la delantera al Cordero Místico sobre el Libro de los Siete Sellos como símbolo de la entrega de Jesucristo para la salvación de la humanidad. Y para completar el paso, tras la cruz se ha situado una talla de un pelícano alimentando a sus polluelos simbolizando el amor por el prójimo. Este pelícano formará a partir de ahora parte del paso todos los años, como también el monte tallado sobre el que se alza el crucificado.
Finalmente, hay que señalar que el Cristo de la Lanzada ha estrenado un juego de potencias del taller de orfebrería Alesco, donación de un grupo de hermanos, así como el INRI y los casquetes de la cruz, todo ello en plata.
Con todos estos detalles, inéditos hasta ahora en el paso de la Lanzada, la cofradía se dispuso a ponerse en camino, abriéndose las puertas de la Basílica de Nuestra Señora del Carmen a las seis y diez de la tarde, cinco minutos antes de lo previsto, aunque hasta unos instantes más tarde no empezaría a salir el cortejo. Y es que, con la primitiva cruz de guía de la corporación detenida en la misma puerta del templo, la Banda de Nuestra Señora del Carmen de Prado del Rey interpretó la marcha "Reina del Carmelo", guiño musical a la Virgen que preside el templo y de cuya Coronación Canónica se cumplirá un siglo el año que viene.
Después, esta antigua cruz de guía entre faroles bajó la rampa encabezando un breve cortejo al que seguían las insignias basilicales (tintinábulo y conopeo), varias parejas de hermanos con hachetas, el estandarte corporativo, la presidencia y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.





Desde el exterior se oyó el llamador de este paso tallado por Manuel Guzmán Bejarano. Poco después, a las órdenes de Paco Monje, se produjo la siempre difícil salida por la ajustada puerta de la Basílica, aunque algo más sencilla en esta ocasión por la ausencia del centurión. 
La Banda del Carmen tocó entonces el Himno de España mientras el paso empezaba a bajar la rampa y seguidamente interpretó "El Cristo de la Lanzada", que es todo un himno también para esta cofradía. Tras girar a su derecha, el paso se detuvo para proceder a elevar el crucificado hasta su altura correcta.















Con una levantá al cielo, el Cristo de la Lanzada continuó hacia la calle Carmen a los sones de la marcha "Nuestro Padre Jesús". Fue una chicotá larga, dado que no finalizó hasta que no alcanzó la calle Sedería, donde nuevamente se detuvo varios minutos. Hay que destacar en el canasto el estreno de algunas cartelas de plata.






















Desde Sedería, el itinerario previsto llevó al Cristo de la Lanzada a tomar la plaza de Plateros, a la que llegó a los sones de "La Estrella Sublime". Luego se detuvo antes de continuar ahora con la marcha "Reina Dolorosa", durante cuya interpretación, en una nueva parada, se llevó a cabo el primer relevo de costaleros. Luego, tras una levantá a pulso 'aliviao', el paso siguió a tambor hacia Conde Cañete del Pinar, donde pasó por detrás de la Parroquia de San Dionisio ante unas fotografías de la Virgen del Mayor Dolor, que tiene también en el Jueves Santo su jornada procesional.





























En esta última calle empezó una larguísima chicotá que en lo musical se inició con la marcha "La Virgen de San Gil", saliendo el crucificado con esos sones a la plaza de la Yerba, para continuar a tambor hacia Consistorio y girar posteriormente a su derecha en la calle Latorre a los sones de "Mirarán al que traspasaron".





















El paso del Cristo de la Lanzada, que tiene a la Virgen del Carmen tallada en la cartela central de la delantera del canasto y a la Virgen de la Merced en la de la trasera, afrontaba ahora la zona de mayores estrecheces de su recorrido de este traslado. Así, de Latorre pasó a Pozuelo con la marcha "De tu divino costado", sonando después "Coronación de la Macarena" y "Tras tu manto" al pasar ya a la amplitud de Manuel María González.























Sin que la Banda Nuestra Señora del Carmen dejase de tocar en ningún momento, alternando las marchas con el redoble de tambor aunque el paso se detuviera, el Cristo de la Lanzada llegó a las inmediaciones de la Catedral por su parte trasera, momento en que sonó "Pasan los campanilleros", composición con la que, tras un relevo bajo las trabajaderas, giró a De la Rosa. Posteriormente, se detuvo poco antes de alcanzar la plaza de la Encarnación, ante una de las puertas laterales del principal templo de la ciudad.






























El cielo amenazaba lluvia desde la salida y en la plaza de la Encarnación llegaron a caer algunas gotas, aunque sin llegar a alarmar. De hecho, pasaron pronto. A la Encarnación y al Reducto llegó el Santísimo Cristo de la Lanzada mientras la Banda del Carmen tocaba "Esperanza Macarena".
Y acto seguido, volvió a sonar su marcha, "El Cristo de la Lanzada", la composición de Rafael Márzquez Galindo sin la que no se entiende a esta cofradía en la calle. Con ella, el crucificado hizo su entrada en la Catedral, sonando después el Himno de España. Una vez dentro, el canónigo Luis Piñero Carrasco fue el encargado de dar la bienvenida a la hermandad.

























Cuando pasaban algunos minutos de las ocho menos cuarto de la tarde, el paso fue conducido por la nave de la Epístola hasta ser colocado en el lado derecho del presbiterio, donde iba a quedar ubicado para la celebración de la misa estacional.




















A las ocho y media se celebró la eucaristía conmemorativa del LXXV aniversario de la fundación de la Hermandad de la Lanzada, que en la tarde de este sábado, a partir de las ocho, vivirá el regreso a la Basílica del Carmen. 
Habrá una diferencia musical, ya que en lugar de la Banda del Carmen de Prado del Rey, que lo acompaña cada Jueves Santo, para la vuelta será la Centuria Romana Macarena la que vaya tras el Cristo de la Lanzada. Volverán así los sones macarenos a Jerez precisamente cuando se acaba de conocer que la formación ha dejado a la Defensión por el Cerro del Águila. 
El regreso del crucificado a la Basílica del Carmen está previsto para la una de la madrugada tras pasar por distintos puntos de interés como la Alameda Vieja, la plaza del Arenal, la Rotonda de los Casinos o las plazas de la Asunción y de Belén.

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