martes, 25 de junio de 2024

RESTAURADO EL CRISTO YACENTE DEL RETABLO MAYOR DEL SAGRARIO


Durante esta semana permanece expuesto en el presbiterio de la Parroquia de San Clemente, conocida como la del Sagrario de la Catedral, la imagen del Cristo Yacente que forma parte del retablo mayor del templo y que está siendo objeto de una concienzuda restauración. 
Se trata de una obra de Pedro Roldán, autor de toda la escena del Descendimiento que, a través de esculturas de bulto redondo y relieves de diferente profundidad, preside el retablo de Francisco Dionisio de Ribas (1666) que originariamente estaba en la Capilla de los Vizcaínos del Convento Casa Grande de San Francisco y que, tras su demolición en 1840, pasó a la Parroquia del Sagrario.
Lo más llamativo de la restauración que un equipo multidisciplinar está realizando, bajo la dirección de Antonio Rodríguez Babío, delegado diocesano de Patrimonio, es la limpieza de la imagen, que ha recuperado su policromía original, atribuida a Valdés Leal. El resultado es una verdadera restauración, una restauración que se nota, que ha dejado a la imagen manifiestamente limpia; al contrario de lo que sucede a veces con otras "restauraciones" que hay que escribir precisamente así, entre comillas. Por ejemplo, la reciente "restauración" de un Cristo muerto también de Pedro Roldán que guarda un evidente parecido con este Yacente del retablo mayor del Sagrario. Dicen que aquel Cristo del Jueves Santo fue restaurado, pero salvo en la claridad que presenta el sudario, en la policromía del cuerpo no se nota absolutamente nada.
Por eso es muy destacable lo que la Delegación Diocesana de Patrimonio está haciendo con este retablo, como también es un acierto la política comunicativa que, por ejemplo, ha llevado a exponer de cerca esta talla del Cristo Yacente, permitiendo así observar los detalles de una magnífica policromía que en la lejanía, en su retablo, no se podrá apreciar tan bien.
Pero lo mejor es que lo que estos días estamos viendo con el Cristo Yacente es un adelanto de lo que encontraremos cuando finalice al completo la restauración de todo el retablo, que presentaba una policromía muy oscurecida. Sólo con ver cómo ha quedado el Cristo, es fácil suponer que la restauración del conjunto al completo será absolutamente magnífica. A ver si aprenden algunas hermandades...













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