A ambos lados de la imagen había sendas jarras con rosas rojas y lirios morados, mientras que a los pies había un gran centro también con rosas. Detrás, iluminando el retablo de plata que fuera de la Compañía de Jesús, se dispusieron diversos candeleros con cera roja y dos ángeles portando faroles.
Por su parte, a los pies de Nuestra Madre y Señora de la Merced, y de San Juan Evangelista había claveles blancos. Junto al Discípulo Amado se ubicó el estandarte corporativo de la hermandad.
Con el besapié al Señor de Pasión se da inicio al calendario de besamanos y besapiés que se desarrollarán durante todo el año, intensificándose especialmente a lo largo de la cada vez más cercana Cuaresma.
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