Nuestra Señora del Buen Fin, obra de Luis Álvarez Duarte (Foto: imagenes-montero.blogspot.com)
Lo cuenta con todo detalle su autor, el imaginero Luis Álvarez Duarte, en el libro "El niño imaginero" que el periodista José Joaquín León le dedicó hace dos años. En 1968, tras el éxito alcanzado con la Virgen de Guadalupe de la Hermandad de las Aguas, el imaginero talla una nueva dolorosa sin que mediara el encargo de ninguna corporación. En su taller la vio el mayordomo de la Hermandad de la Exaltación, quien propuso a varios hermanos la posibilidad de sustituir a la Virgen de las Lágrimas, la dolorosa que aún hoy es titular de la hermandad, por esta nueva recién salida de las gubias del joven Álvarez Duarte.
Con este fin se convoca un cabildo extraordinario en la propia iglesia de Santa Catalina, donde se expone en un improvisado altar ante la capilla de la Exaltación esta dolorosa para que la vieran los hermanos y votasen sí o no al cambio. El imaginero recuerda que el hecho de ser llevada la talla a Santa Catalina generó un gran escándalo porque se consideró una falta de respeto a la titular con que contaba y sigue contando la hermandad. Finalmente, se votó y se rechazó la sustitución.
El propio Álvarez Duarte señala en el libro que hoy en día no habría permitido algo así y que la Virgen no habría sido llevada hasta el templo para que las dos dolorosas estuvieran frente a frente en una especie de competición estética fuera de lugar.
Poco tiempo después, algunos hermanos de la naciente Hermandad de la Sed se interesaron también por la dolorosa, aunque la vieron demasiado "seria" para una cofradía de barrio, y además ya contaban con la Virgen de Consolación de Dubé de Luque.
Tras estos dos rechazos a la dolorosa en Sevilla, Fernando Cano-Romero, al que Álvarez Duarte conoció cuando surgió el germen de lo que después sería la Hermandad de Bellavista, le propone llevar la talla a Jerez, a la Hermandad de la Lanzada, que podría incorporarla como titular y realizar para ella un paso de palio. Así se hizo. La Lanzada la adquirió por 25.000 pesetas y la llevaron a la ciudad gaditana.
Pero no acabaron ahí los problemas para esta dolorosa de Álvarez Duarte, ya que los frailes de la Basílica del Carmen, donde tiene su sede la Lanzada, rechazaron que la hermandad tuviera dos dolorosas como titulares, ya que la cofradía contaba y cuenta con la Virgen de Gracia y Esperanza, que forma parte del paso de misterio.
Por ello, Cano-Romero se llevó a la Virgen a un piso suyo en Jerez, y posteriormente se trasladó a otra vivienda propiedad del entonces hermano mayor de la Lanzada. Allí estuvo hasta que en 1999, cuando llegó un nuevo prior a la Basílica del Carmen, se permitió a la hermandad que la nueva Virgen empezara a recibir culto nada menos que treinta y un años después de ser realizada. El propio Álvarez Duarte asistió a la solemne bendición mostrando su sorpresa al conocer los avatares sufridos durante tantos años por su obra.
La Hermandad de la Lanzada, sin embargo, sigue saliendo cada Jueves Santo con un solo paso, aunque no ha desechado la idea de realizar un palio en un futuro. El paso está presidido por el Santísimo Cristo de la Lanzada, atribuido al círculo de Pedro Roldán por unos y a Francisco Camacho de Mendoza por otros.
Santísimo Cristo de la Lanzada (Foto: mipasionporjerez-manuel.blogspot.com)
Le acompañan la Virgen de Gracia y Esperanza, talla anónima del siglo XIX; San Juan Evangelista, de Antonio Eslava; María Magdalena, de Francisco Pinto; y Longinos a caballo, de Rafael Barbero. Todas ellas procesionan sobre un paso del sevillano Manuel Guzmán Bejarano.
Paso de misterio de la Hermandad de la Lanzada (imagenes-semanasanta.blogspot.com)
Como curiosidad, hay que destacar que durante aproximadamente una década formaron parte del misterio las imágenes de María Salomé y María Cleofás, así como otro Longinos a caballo, todo ello de Manuel Ramos Corona. No terminaron de encajar bien en el misterio estas incorporaciones, por lo que en 2009 se decidió la supresión de las nuevas tallas y la recuperación del antiguo Longinos.
Por otro lado, no podemos dejar de comentar la inspiración macarena presente en esta corporación a través de diversas insignias realizadas por el taller de Villarreal en torno a 1975. El senatus y las bocinas de la Hermandad de la Lanzada están inspiradas en estas mismas insignias de la Hermandad de la Macarena.
Senatus de la Hermandad de la Lanzada (Foto: jerez.es)
Otro dato curioso de influencia sevillana en esta cofradía, y que suele pasarse por alto, es que la imagen de San Juan del paso de Misterio es una copia que hizo Eslava del San Juan de la Hermandad de la Quinta Angustia de Sevilla.
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